el DiarioSolidario
El informe mundial de crisis alimentarias elaborado por Naciones Unidas muestra datos alarmantes: 124 millones de personas de 51 países recibieron ayuda urgente en 2017. 11 millones más que en 2016 y 44 millones más que en 2015.
Los conflictos armados y los desastres naturales son los principales factores de la situación de crisis. 113 millones de ciudadanos se vieron afectados por estos escenarios en 2017. Dos de cada tres habitantes con hambre han procedido de países que viven crisis prolongadas, han afirmado desde la ONU.
Las situaciones más extremas se localizaron en Somalia, Yemen, noroeste de Nigeria y Sudán del Sur con 32 millones de personas en necesidad de ayuda urgente. Un dato que ha crecido un 16% si lo comparamos con 2016.
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Los enfrentamientos armados fueron el principal origen de la incertidumbre alimentaria en 18 países, afectando a 74 millones de ciudadanos. Un 60% de los casos han sido calificados de procesos agudos de hambre. 15 de las naciones afectadas se encuentran ubicadas en África y Oriente con una importante intensificación de la inseguridad en Yemen, Nigeria, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Somalia y Birmania
Desastres naturales
Los desastres naturales han generado graves problemas de alimentación a 39 millones de personas en 23 países La sequía fue el principal fenómeno. Las naciones más afectadas han sido Etiopía, Malaui, Zimbabue y Bangladesh.
815 millones de ciudadanos pasaban hambre en el mundo en 2016, aunque el estudio presentado se centraba en los casos más severos de intervención.
En 2018 se espera que las guerras y la violencia continúen su influencia en las crisis alimentarias de Afganistán, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, el noreste de Nigeria, el lago Chad, Sudán del Sur, Siria, Libia, Mali, Níger y el Yemen, este último con alrededor de 17 millones de personas en situación de hambre.
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