En verano, también Comercio Justo

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Foto: Coordinadora Estatal de Comercio Justo

el DiarioSolidario

Para este verano, la Coordinadora Estatal de Comercio Justo presenta algunos productos que pueden acompañar a combartir el calor. Productos que tienen detrás historias de dignidad y de justicia.

Refrescarse nunca fue tan justo

A veces es difícil resistirse a un refresco para combatir el calor. Para esos momentos, te presentamos el primer refresco de Cola de Comercio Justo, ecológico y sin cafeína. Una opción refrescante y más saludable que las tradicionales.

Su azúcar proviene de la Cooperativa Manduvirá, que produce el azúcar de caña sin refinar ecológico y que está ubicada en Arroyos y Esteros, en el departamento de Cordillera de Paraguay. Su actividad se centra en el apoyo a pequeños campesinos/as de caña de azúcar que viven en condiciones desfavorables y cuya subsistencia se ve afectada por el difícil acceso a ingresos de la región.

Las infusiones también son para el verano

Para los que huyen de las burbujas el té frío es una muy buena opción. Por ejemplo, té verde (92%) con jengibre y lima. ¿Hay algo más apetitoso?

En su elaboración está involucrada la cooperativa SOFA de Sri Lanka, que actualmente agrupa a más de 2000 pequeños productores organizados en 33 grupos de producción según su localización geográfica. Todo su cultivo es orgánico. Los agricultores reciben de la organización capacitación técnica, ayudas para diversificación de cultivos, pago de costes de la certificación agrícola y préstamo de material agrícola, y los beneficios se emplean en proyectos de desarrollo (mejora de vivienda, salud, educación, etc).

¿El café?, bien frío por favor

Y es que con tanto calor lo que apetece es un café fresquito que nos espabile a todas horas. El movimiento del

Comercio Justo también ha pensado en eso y prepara una bebida fría a base de café. En este caso, el café proviene de la Central Cooperativa Indígena del Cauca “CENCOIC”, en Colombia.

Esta organización de productores y productoras de café fue fundada en 1980 como el brazo comercial del movimiento indígena en la región (Consejo Regional Indígena del Cauca). La organización consiguió la certificación de Comercio Justo en 1995 y, gracias a esto, ha podido defender a pequeños productores y productoras de café de los abusos de los grandes cafeteros multinacionales dominantes.

Actualmente, CENCOIC identifica el café como su principal línea de acción, con grupos de productores que pertenecen a, por lo menos, 24 reservas indígenas.

El tentempié más sano que encontrarás

El anacardo es un aperitivo sano para acompañar cualquiera de las bebidas anteriores. Es energético, fortifica la memoria y disminuye el nerviosismo. Además, contiene muchas vitaminas para aguantar el ritmo del verano.

Este producto de Comercio Justo, es producido y empaquetado en origen, más concretamente la cadena de producción se centra en la labor de dos cooperativas de mujeres de Nicaragua (COOPEMUS y COAGRUM). Estas cooperativas agrupan a 75 mujeres, la mayoría de ellas cabeza de familia, que gracias al Comercio Justo hoy cuentan con instalaciones amplias y procesadoras que evitan el sobreesfuerzo físico

 

Para saciar el hambre

Las barritas de cereales son algo cómodo para llevar en todo momento por si aprieta el hambre. Puedes elegir sabores, pero siempre serán veganas, biológicas y de Comercio Justo.

Si eliges la de chocolate y remolacha, estarás consumiendo cacao de la cooperativa de Ghana llamada Kuapa Kokoo. Fue establecida en 1993 con 2.000 miembros en respuesta a la liberación parcial de la producción de cacao en Ghana. Hoy en día está formada por 100.000 miembros organizados en unas 1.300 comunidades de 6 regiones del país.

 

Para caminantes veraniegas

Las sandalias son el mejor complemento del verano, tanto si te quedas en tu ciudad como si sales de vacaciones a la playa. En esta ocasión, puedes ir fresquita cumpliendo un objetivo justo: combatir la discriminación que padecen las mujeres con discapacidad, uno de los colectivos más desfavorecidos de Anantapur.

En 2001 se crearon los primeros talleres-residencia para mujeres sin recursos y con discapacidad. Estos talleres ofrecen formación en una actividad artesanal, educación básica, alojamiento, seguimiento médico y empleo estable durante todo el año. Actualmente 320 mujeres integran el programa y elaboran productos artesanales respetando la filosofía del Comercio Justo, un movimiento que va más allá de la lucha contra la pobreza y la desigualdad social. Desde que trabajan y perciben su salario la vida de estas mujeres ha cambiado: ha aumentado su autoestima y consideración social.

Ropa fresca para los pequeños de la casa

También desde India viene esta ropa infantil confeccionada por las mujeres de la cooperativa Sadhna. Esta organización se estableció en 1988 para proporcionar ingresos alternativos a las mujeres en los cinturones de barrios

marginales rurales, tribales y urbanos de Udaipur. Hoy en día, Sadhna ofrece capacitación continua a mujeres artesanas para mejorar sus habilidades, una red de apoyo para ellas en sus aldeas y ha propiciado la consecución de una posición respetable en su familia y sociedad.

 

Fuente: Coordinadora Estatal de Comercio Justo

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