Comunidades aisladas en la zona del Nilo Superior reciben asistencia en materia de albergues

el DiarioSolidario

La semana pasada la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) junto a Asistencia para el Desarrollo de África procedieron a la entrega de artículos esenciales para albergues y para el hogar a más de 10.200 retornados, personas desplazadas internamente y las comunidades de acogida en Tonga, una zona aislada en la región del Nilo Superior en Sudán del Sur.

La distribución fue realizada tras una evaluación conducida en el mes de mayo, la cual detectó que miles de personas padecían necesidades dado que muchas familias habían regresado recientemente a Tonga tras haber escapado de la violencia entre el Gobierno y fuerzas de la oposición en abril de 2017.

Si bien la seguridad ha regresado a Tonga, las luchas y el aislamiento han dejado a toda la zona sin servicios básicos. La OIM y otras agencias humanitarias están apresurándose para dar su apoyo ya que la estación lluviosa que va de mayo a octubre comienza a intensificarse. Tonga está ubicada en las riberas de un río y sólo es posible acceder por vía fluvial o aérea. Durante la temporada de lluvias, el acceso por camino a las comunidades dentro de Tonga se ha vuelto extremadamente difícil.

Lina, de 27 años, se encuentra viviendo en Tonga con sus dos hijos. En el momento en que ella y los hijos llegaron a Tonga en 2016, ya habían escapado dos veces desde que la guerra comenzó en 2013. Cuando los enfrentamientos se reanudaron en Tonga en abril de 2017, ella nuevamente huyó hacia una ciudad cercana llamada Fangak. Luego de un año, sintió que las condiciones de seguridad ya estaban dadas como para poder volver a Tonga.

Lina no está sola. Muchas personas han regresado luego de escapar de los enfrentamientos del año 2017 en tanto que otros han buscando seguridad en Tonga escapando de los peligros en otras partes del país. Algunos han llegado en épocas recientes desde lugares tan remotos como Southern Unity, en donde la renovada violencia está dejando un terrible saldo de víctimas civiles y forzando a miles a dejar sus hogares.

Habiendo abandonado la mayor parte de sus pertenencias, familias como la de Lina estaban necesitando con urgencia láminas de plástico para cubrir sus albergues provisorios, frazadas para proteger a sus hijos por las noches, y redes contra mosquitos para prevenir la malaria, la cual se volverá más habitual a medida que las lluvias aumenten.

Durante la distribución, las familias recibieron laminas plásticas, una frazada, una red contra mosquitos, un set para cocinar y sogas plásticas para ser usadas en las construcción de albergues.

En marzo de 2018, los equipos de salud migratoria de la OIM también participaron en una evaluación de múltiples sectores y una misión de respuesta en tonga. Durante una misión de ocho días de duración, la OIM dio su apoyo a la clínica de cuidados de salud primaria en Tonga con el fin de proveer servicios de salud primaria, atendiendo 413 consultas médicas, vacunando a 465 niños y llegando hasta 2.200 personas con mensajes de promoción de la salud.

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