Conquistando el derecho al agua y al saneamiento en las escuelas de Burkina Faso

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colaboradora-el-diariosolidario-ana-lopez-garcíaAna López García: licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración. Máster en Desarrollo Sostenible y Economía Social y Solidaria, cuenta con experiencia internacional en temas de ecología y desarrollo en tres continentes diferentes.


Bajo el sol abrasador del Sahel, el paisaje incandescente de tierra árida, vegetación exigua y polvo del desierto encontramos las escuelas de educación primaria y secundaria de la provincia de Seno, región del Sahel al noreste de Burkina Faso.En esta zona alejada de la bulliciosa capital del país, los pueblos recónditos de la provincia de Seno cuentan con una población rural extremadamente joven con escasas escuelas pero repletas de pequeños con ansias de aprender. En barracones cuyo techo es simplemente paja, sentados en filas en asientos de madera, 50 alumnos escuchan atentos en la lengua local al profesor.

En la hora del recreo, no se miran smartphones, no se juega en instalaciones deportivas, se juega con los otros niños y como mucho se chuta un balón . Cuando la sed llega, se recurre a un gran bidón de agua acarreado horas antes, en la pronta mañana, por estos infantes y es que en esta zona semiárida , el acceso al agua potable es solo posible para el 24% de la población.

Pero el mayor lujo, es el acceso a las instalaciones de saneamiento siendo el 93% de la población quienes no tienen derecho a este servicio básico. Ello tiene una repercusión directa en la salud de los más pequeños debido a la contaminación del agua por la defecación al aire transmitiendo enfermedades olvidadas en nuestro país como puede ser la disentería.

La falta de agua y costumbre de lavarse las manos por parte de los más pequeños hace que muchos de alumnos/as sufran diarreas y otras enfermedades, influyendo pues no solo en su salud si no en su rendimiento escolar.

Algo tan básico para la mayoría de la población occidental como es una letrina podría evitar todo ello pero esto sigue siendo un lujo un la región del Sahel. Cuando hablamos de servicios, no imaginemos los baños de los colegios a los cuales hemos ido de pequeños, con cisternas de agua, aquí si se es afortunado se tendrá una letrina seca. Este sistema permite almacenar los residuos en una fosa séptica hermética que impedirá la filtración al agua.

Mientras que el Estado no puede hacerse cargo de construir sistemas de canalización de agua, fosas sépticas o pozos en estas zonas rurales con escasa población, solo las ONG y organismos internacionales como Naciones Unidas consiguen aliviar las necesidades de la población en materia de agua y saneamiento.

La construcción pozos y de letrinas en las escuelas supone no solo que las aguas no se contaminen, sino que las escuelas estén más limpias y los niños y niñas no deban alejarse y recorrer largas distancias para acarrear agua o para esconderse de miradas ajenas mientras hacen sus necesidades.

Y es que una simple construcción de una letrina seca puede cambiar la vida entera de un colegio.


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