Los testimonios de EVA, el virus que amenaza a las mujeres

BENITA VIRUS EVA
Benita, sobrevive con una pequeña pensión de viudedad. Médicos del mundo.

el DiarioSolidario

El virus EVA pone en riesgo la salud de 3.700 millones de personas. Una amenaza sanitaria, una pandemia en fase seis, que padecen mujeres en todo el mundo por el hecho de serlo: agresiones sexuales, complicaciones en el parto, mutilación genital, factores sociales y económicos..

Los datos son alarmantes: 1 de cada 3 mujeres ha sufrido o puede sufrir agresiones físicas o sexuales en algún momento de sus vidas. Cada día, más de 800 fallecen en el mundo por causas prevenibles relacionadas con el embarazo o parto; unas 300.000 al año. Más del 60% de los adultos infectados por VIH en África Subsahariana son mujeres. La mutilación genital pone en riesgo la salud de miles de ellas en 30 países.

“Es el momento de atajar el virus EVA. La OMS y los gobiernos tienen que tomar medidas ya, porque son muchas vidas las que están en juego, como constatamos cada día en nuestro trabajo”, afirma la médica y vicepresidenta de Médicos del Mundo, Celsa Andrés.

 

La campaña de Médicos del Mundo muestra casos que ejemplifican como las dificultades sociales adicionales que enfrentan las mujeres perjudican su salud. Salarios y pensiones más bajas que les impiden alimentarse correctamente o tomar los medicamentos que necesitan. Violencias que dejan secuelas físicas y mentales, prácticas culturales dañinas -como la mutilación genital o los matrimonios forzados-. Falta de investigación y mala identificación de los síntomas de las enfermedades que afectan especialmente a las mujeres son algunas de estas situaciones.

Cuando el virus EVA nos mira a los ojos

Benita es una pensionista salmantina que vive con una exigua pensión de viudedad, a pesar de haber trabajado más de 60 años, puesto que lo hizo sin cotizar. A sus casi 90 años, va al centro de día y sale con sus amigas. Evita pasar mucho tiempo en casa para no sentirse sola y para no tener que encender la calefacción, que a veces apenas puede costear.

Violet es una mujer valenciana de 40 años. Es transexual. Ha sufrido discriminación laboral y sanitaria: “en entrevistas de trabajo ves que no te cogen cuando tienes las competencias necesarias. Cuando vas al médico te ponen cara de estupor al ver que tienes nombre femenino”. Muchas mujeres trans se ven abocadas a la prostitución, donde están expuestas a la violencia de los prostituidores y a numerosos riesgos sanitarios. Ahora, ella trabaja como agente de salud para Médicos del Mundo en Barcelona.

VIOLET EVA
Violet ha padecido discriminación laboral y sanitaria. Médicos del mundo.

Mariama tiene 34 años y procede de Costa de Marfil. Ser mujer le ha supuesto todo tipo de agresiones a su cuerpo y a su salud: la mutilaron genitalmente, la forzaron a un matrimonio no deseado, sufrió agresiones en su viaje hacia a España… Atendida por Médicos del Mundo, está empezando a salir adelante.

Vanessa es de Vigo. Fue víctima de malos tratos y consumidora de droga. Actualmente vive en un piso de alquiler con su hija de 3 años y sobrevive gracias a trabajos puntuales en limpieza de hogar. Ya no consume estupefacientes y recibe formación como agente de salud en Médicos del Mundo Galicia.

Huir

Gladys, uruguaya de 57 años residente en Asturias. Huyó con sus padres y hermanos de su país natal por motivos políticos. Armó una vida en Argentina que tuvo que desarmar de nuevo cuando la dictadura asoló el país, ya con su marido e hijos. Llegó a España en 2004, donde ha sostenido la frustración e inadaptación de su familia y donde ha sufrido explotación laboral y depresión. Fundó la asociación Las Golondrinas, para apoyar a mujeres migrantes en Mieres (Asturias).

Paula, trabajadora social de 35 años, llegó de su Honduras natal hace más de una década. Tras sufrir violencia por parte de su pareja, se quedó con una hija a cargo y muchas deudas que pagar. “He pasado años cuidando a otra familia que no era la mía y sin un solo día libre”. Padece fibromialgia, una enfermedad que afecta sobre todo a las mujeres, quienes a menudo se enfrentan con la incomprensión social ante una patología con muchas zonas todavía por investigar.

PAULA VIRUS EVA
Paula ha sufrido violencia por parte de su pareja. Médicos del mundo.

Imara, nicaragüense, es Diplomada Superior en Género y Economía y cuenta con un postgrado en Salud. Forma parte del Movimiento de Mujeres de Nicaragua. Hace tres años y medio tuvo que exiliarse a España por razones políticas y económicas. Ha vivido tres años en Zaragoza sin papeles, trabajando en la ayuda a domicilio. Es fundadora del Colectivo “Dignidad” que agrupa a personas sin hogar de Zaragoza y voluntaria de Médicos del Mundo Aragón en el proyecto de prevención de violencia de género con mujeres inmigrantes.

Fuente: Médicos del Mundo

 

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