el DiarioSolidario
«Nadie quiere vivir en un país donde, a pesar de una economía fuerte, las familias están sin hogar; donde nuestro medioambiente se está degradando rápidamente y las personas con problemas de salud mental no reciben el apoyo que necesitan», aseguraba recientemente la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Arden.
El primer presupuesto del bienestar del país aprobado el 30 de mayo por el gobierno de centro izquierda, se centra en objetivos como la comunidad, la conexión cultural y la equidad en el bienestar a través de generaciones. El denominado «Marco de los estándares de vida».En cambio, se aleja de las medidas de resultados más tradicionales como la productividad y el crecimiento económico.
El primer «presupuesto del bienestar» del mundo, pone el bienestar de los neozelandeses a la vanguardia del gasto fiscal.
Cinco prioridades
La base de las cuentas se agrupan en que todos los gastos nuevos deben promover una de las cinco prioridades del gobierno: mejorar la salud mental, reducir la pobreza infantil, abordar las desigualdades de las personas indígenas maoríes y de las islas del Pacífico, prosperar en una era digital y, por último, caminar hacia una transición a un nivel bajo de emisiones y economía sostenible.
| La salud mental y la pobreza infantil nucleo principal del primer Presupuesto del Bienestar, que tendrá las siguientes características:
– 15 mil millones de euros destinados como nuevas partidas para gasto social en los próximos cuatro próximos años. – 1,11 mil millones de euros orientados a hacer frente a la crisis de salud mental. – 700.000 millones de euros para la renovación y construcción de nuevos colegios. – 31 millones de euros para ayudas sociales y cambios en el sistema. – 590.000 millones de euros en infraestructuras: tren y ferry – 10 millones de euros para el proyecto de contra las armas. – 8 millones de euros para el referéndum sobre el canabis |
Una de las primeras medidas ha sido el lanzamiento de Housing First en más centros para ofrecer asistencia a 1000 personas sin hogar. Asimismo destinar un paquete de 287 millones de euros para combatir la violencia familiar y sexual.
La iniciativa neozelandesa sigue a la de Bután, que en 2008 introdujo el índice de felicidad nacional para guiar la política de su gobierno con resultados desiguales.
Ataques informáticos
A última hora del martes, la oficina del Tesoro del país confirmó que había reunido pruebas suficientes sobre un ataque masivo a sus sistemas informáticos: «pirateados deliberada y sistemáticamente», con más de 2.000 intentos registrados durante un período de 48 horas desde el domingo. El objetivo era acceder a los documentos sobre los presupuestos. El ataque ya es catalogado como el mayor escándalo de seguridad cibernética que ha afectado al parlamento. Asimismo, el gobierno ha confirmado que información sensible sobre el presupuesto se encontraba accesible.
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