el DiarioSolidario
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha instado a la comunidad internacional a proteger a los miles de hijos de combatientes extranjeros bloqueados en la zona. Sólo en Siria, calculan que hay cerca de 29.000 niños extranjeros, la mayoría de ellos menores de 12 años. Alrededor de 20.000 proceden de Irak, mientras que más de 9.000 provienen de otros 60 países. En Irak estima que hay además 1.000 menores.
La organización ha alertado de que los pequeños se encuentran entre los más vulnerables del mundo. Además de hallarse estigmatizados por sus comunidades y objetados por sus gobiernos. Infantes víctimas de un “doble rechazo”, que se enfrentan a enormes dificultades jurídicas, logísticas y políticas para acceder a los servicios básicos o regresar a sus países de origen.
“Los miles de hijos de los combatientes extranjeros que languidecen en los campamentos, centros de detención u orfanatos de Siria, Irak y otros lugares, se encuentran entre los niños más vulnerables del mundo. Viven en condiciones espantosas en medio de amenazas constantes a su salud, su seguridad y su bienestar. Apenas pueden contar con el apoyo de la familia: aunque la mayoría están bloqueados con sus madres u otros cuidadores, muchos se encuentran completamente solos, ha afirmado la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.
Derechos del Niño
Amparándose en la Convención sobre los Derechos del Niño, Unicef insta a los estados miembros a que cumplan con sus responsabilidades de proteger a todos los menores de 18 años. Incluyendo a los niños que se encuentran vinculados a grupos armados en su territorio o en el extranjero. Así como a los niños que son ciudadanos de estos Estados miembros o que son hijos de sus ciudadanos.
«Toda decisión entorno a los pequeños, incluida la relativa a la repatriación, debe tener en cuenta el interés superior de cada niño y cumplir plenamente con las normas jurídicas internacionales», Henrietta Fore.
La mayoría de los niños nacieron en las zonas de conflicto controladas por el Estado Islámico en Irak y el Levante o viajaron allí con sus padres. El resto –principalmente niños varones– fueron coaccionados o manipulados para que apoyaran a grupos armados, o tuvieron que hacerlo para asegurar su propia supervivencia. Todos son víctimas de circunstancias profundamente trágicas y de violaciones atroces de sus derechos, y deben recibir un trato acorde con su condición de niños. Deben ser tratados como víctimas, y no perpetradores, asegura Henrietta Fore.
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