el DiarioSolidario
Casi nada se había hablado de la futura colaboración entre Reino Unido y UE en materia de cooperación para el desarrollo tras el Brexit. Hasta ahora, tan sólo se hablaba sobre una asociación permanente en áreas que promoviesen la seguridad y la prosperidad.
Parece bueno para todas las entidades humanitarias, británicas y europeas, que siga habiendo colaboración. Recordar que son dos de los principales donantes del mundo y que la experiencia de ambas, más el potencial para los donantes de una colaboración conjunta son fundamentales para continuar cooperando y coordinando la lucha contra la pobreza mundial y dar respuestas a las crisis humanitarias.
Ahora, el gobierno británico ha comenzado a hablar sobre su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Agenda Climática de París y el Acuerdo de Addis Abeda sobre financiamiento para el desarrollo. Queda por saber si la postura de la UE será igual a la mostrada en otras áreas, de ser así, a corto plazo no se lo pondrá fácil al gobierno británico.
En la cooperación para el desarrollo británica existe un riesgo importante, esta nueva situación en la que queda el país tras el Brexit puede debilitar las respuestas a situaciones de crisis. Uno de los efectos más visibles sería que los donantes optasen por reorientar la ayuda hacia sus prioridades estratégicas nacionales. Si así fuera, la cooperación para el desarrollo británico tomaría unas líneas de actuación diferentes a lo que tradicionalmente venía haciendo.
Otro aspecto importante en las negociaciones será la posición del país británico en el Consejo Europeo sobre Desarrollo. Reino Unido siempre ha puesto gran interés e invertido grandes cantidades en la reducción de la pobreza y en el desarrollo sostenible. En comparación con otros miembros de la Unión Europea que mantienen enfoques diferentes sobre cooperación para el desarrollo, las prioridades británicas coinciden con la línea trazada por grandes potencias europeas como Alemania.
En definitiva, a la espera de que comiencen las conversaciones sobre cooperación para el desarrollo, a las entidades humanitarias les toca presionar a las dos partes para que las personas y zonas más vulnerables no se vean afectadas. Ellos y la Agenda de los ODS está por encima de los intereses de Reino Unido y de la Unión Europea.
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