el DiarioSolidario
117 millones de estudiantes, el 7,5% de la población escolar mundial, permanecen afectados por el cierre total de las escuelas en 18 países. La cantidad de países donde los centros educativos han abierto parcialmente ha disminuido de 52 a 41 durante el pasado año. Las escuelas estuvieron cerradas durante un periodo total de 18 meses en cinco países, con repercusión para 77 millones de alumnos. La educación ha podido garantizarse gracias a una combinación de clases en línea, módulos impresos y cursos impartidos a través de la televisión y la radio.
En la actualidad, los centros educativos han abierto totalmente en 117 países lo que equivale a una población escolar total de 539 millones de alumnos de preescolar hasta secundaria. Representan el 35% de la población escolar total de todo el mundo.
“Sabemos que mientras las escuelas permanezcan cerradas por más tiempo, la repercusión en el bienestar y el aprendizaje de los niños será más grave y potencialmente irreversible, fundamentalmente para los más vulnerables y marginados”. Stefania Giannini, subdirectora general de Educación de la UNESCO.
Desde el comienzo de la pandemia, las escuelas han cerrado totalmente durante una media de 18 semanas (4,5 meses) en el mundo. Si tomamos en cuenta los cierres parciales (por localidades/grados de enseñanza), la duración promedio del cierre representa 34 semanas (8,5 meses) a escala mundial.
Apoyo y reducción de la brecha digital
El aumento de la tasa de vacunación de la población en general y los docentes ha sido un factor clave para la reapertura. La vacunación del profesorado ha tenido prioridad en 80 países, algo que permitió vacunar a unos 42 millones educadores. En algunos países, la vacunación de los estudiantes a partir de los 12 años de edad es también un factor determinante.
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Las medidas que aceleren la recuperación de la pérdida de aprendizaje son un elemento crucial de las respuestas de los sistemas educativos a escala nacional ante la Covid-19. Los docentes y educadores necesitan una preparación y un apoyo adecuados. La conectividad y la reducción de la brecha digital son elementos clave para reforzar la resiliencia de los sistemas educativos. Además de ofrecer oportunidades de aprendizaje híbrido.
La UNESCO, Unicef y el Banco Mundial han aunado sus esfuerzos en el marco de la “Misión: Recuperar la educación en 2021” cuyo objetivo es ayudar a los gobiernos a garantizar que los estudiantes regresen a la escuela, a poner en marcha planes para ayudarlos a compensar el aprendizaje perdido y a preparar a los docentes para que puedan hacer frente a la pérdida de aprendizaje, así como a incorporar las tecnologías digitales en sus prácticas pedagógicas.
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