Acelerando el aprendizaje, el reto del siglo XXI

aprendizaje-educación

el DiarioSolidario

Gustavo Ramírez

La escolarización no es lo mismo que aprender. Una educación real es aquella que fomenta el aprendizaje como una herramienta para promover tanto la prosperidad compartida como la eliminación de la pobreza. Es así. Estar escolarizado sin aprender es una oportunidad desperdiciada. Más que eso, es una gran injusticia para los niños y un error fatal de la sociedad con quienes más lo necesitan.

La crisis de aprendizaje es una crisis moral. Cuando se entrega bien, la educación cura una gran cantidad de males sociales. Para las personas, promueve el empleo, los ingresos, la salud y la reducción de la pobreza. Para las sociedades, estimula la innovación, fortalece las instituciones y fomenta la cohesión social.

A lo largo del planeta, cientos de millones de niños llegan a la edad adulta temprana sin tan siquiera las habilidades más básicas para la vida. A nadie, creo, le cuesta imaginar que en muchos países del continente africano, quienes estuvieron escolarizados son incapaces de comprender el texto de un libro de nivel medio, o bien hacer operaciones matemáticas de varios dígitos. Pero esto no sólo pasa en África, es extrapolable fácilmente a Asia y América. Entonces, es casi imposible para los padres construir una carrera satisfactoria para sus hijos o, simplemente, educarles. El país tampoco se desarrollará convenientemente.

Sin embargo, cuando se mejora el aprendizaje es posible un gran avance. Vietnam dejó sorprendido al mundo cuando los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) en 2012 mostraron que sus alumnos de 15 años se desempeñaban al mismo nivel que los de Alemania, a pesar de que Vietnam era un país de ingresos medianos bajos.

Dentro de los países, los resultados de aprendizaje casi siempre son mucho peores para los desfavorecidos. En países como Uruguay, los niños pobres son evaluados como «no competentes» en matemáticas, una tasa cinco veces mayor que la de niños ricos. A pesar de este ejemplo, podríamos decir que aún así los más desfavorecidos pero escolarizados, son afortunados por no pertenecer a los 260 millones de niños y jóvenes que nos están matriculados en la escuela primaria o secundaria en el mundo.

Para mejorar el aprendizaje hay que hacerlo con determinación, voluntad y compromiso. Debemos medir la salud de los sistemas educativos con evaluaciones estudiantiles bien diseñadas que sirvan para tomar medidas y evaluar el progreso, sin convertirlas principalmente en herramientas para administrar recompensas y castigos.

Las escuelas deben funcionar para todos los alumnos, comprendiendo cómo aprenden. Esto es importante para los países, así pueden establecer prioridades para su propia práctica e innovaciones. En este punto solo hablaré de países por separados, porque resulta obvio que es poco probable que todas las innovaciones en el sistema educativo a nivel global tengan mucho impacto si, debido a barreras técnicas y políticas, el sistema en su conjunto no respalda el aprendizaje.

Sea como sea, los países han tenido un gran éxito al lograr que tantos niños y jóvenes ingresen en la escuela. Ahora es el momento de realizar la promesa de la educación acelerando el aprendizaje.

el DiarioSolidario es un periódico participativo.

Si estás interesado en escribir un artículo de opinión, contáctanos.

donacion-el-diario-solidarioBanner que redirecciona a la web www.eldiariosolidario.info

 

1 Trackback / Pingback

  1. España, segundo país de la OCDE donde más se repite por ser pobre | DS

Déjanos tu opinión

Tu dirección de correo no será publicada.


*