ACNUR pide a los Estados acciones más firmes contra la apatridia, tras 4 años de la campaña #YoPertenezco

el DiarioSolidario

Cuatro años después del lanzamiento de la campaña decenal para acabar con la apatridia en el mundo, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha llamado a los Estados a tomar acciones más rápidas y decididas para contribuir a que la campaña logre su objetivo.

Desde noviembre de 2014, cuando #IBelong (#YoPertenezco) dio inicio, se han conseguido resultados importantes. En este plazo, más de 166.000 personas apátridas han recibido o visto confirmada su nacionalidad y una veintena Estados se han adherido a la Convención sobre Apatridia. Con estas adhesiones, el número de Estados que forman parte de la Convención de 1954 sobre el Estatuto de los Apátridas son ya 91, mientras los que participan de la Convención para Reducir los Casos de Apatridia de 1961 ascienden a 73.

Asimismo, nueve países han establecido o mejorado sus procedimientos para la determinación de la apatridia; seis han reformado sus leyes sobre nacionalidad; dos han eliminado la discriminación de género que evita que las mujeres traspasen su nacionalidad a sus hijos; y nueve Estados han adoptado formalmente planes nacionales para acabar con la apatridia.

Sin embargo, a pesar de estos logros, millones de personas en todo el mundo continúan como apátridas, viviendo en un limbo, la mayoría de ellas en países asiáticos y africanos. Resulta difícil determinar con precisión la cantidad de personas apátridas o en riesgo de apatridia que hay en todo el mundo. En 2017, un total de 70 países reportaron 3,9 millones de personas apátridas, aproximadamente. ACNUR, sin embargo, estima que este número solo representa una fracción del total, y que la cifra real podría ser incluso tres veces mayor.

“Llamo a los políticos, los gobernantes y los legisladores de todo el mundo a que actúen ahora, a que tomen y apoyen acciones concluyentes de cara a eliminar la apatridia para 2024”, expresó el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi. “Es lo correcto desde el punto de vista humano, ético y político. Cada persona en este mundo tiene el derecho a una nacionalidad y a decir YO PERTENEZCO”.

La apatridia tiene muchas causas, pero su principal causante son los problemas que afectan a las leyes sobre nacionalidad, incluyendo la discriminación. El impacto sobre las personas y sus familias es inmediato y puede ser nefasto. La apatridia significa una vida sin nacionalidad y todo lo que ello conlleva; una vida sin educación, sin atención médica ni empleo legal. Puede significar igualmente quedar sin la posibilidad de casarse, poseer un hogar o poder moverse con libertad, una vida al margen de la sociedad, sin prospectos de futuro ni esperanzas.

“Las personas apátridas enfrentan grandes barreras para ejercer sus derechos humanos fundamentales”, dijo Grandi. “Para erradicar la apatridia es necesario eliminar la discriminación de las leyes y prácticas sobre nacionalidad. Países como Kenia, Kirguistán y Tailandia están allanado el camino, demostrando que con voluntad y compromiso político, y con esfuerzos nacionales cooordinados, las vidas de decenas de miles de personas pueden verse transformadas gracias a la adquisición de la nacionalidad”.

Sólo 25 países en el mundo tienen aún disposiciones de discriminación de género en sus leyes sobre nacionalidad, impidiendo a las madres transferir la nacionalidad a sus hijos en igualdad de condiciones que los hombres (Madagascar y Sierra Leona han sido los que las han modificado más recientemente).

Casi todas las regiones del mundo cuentan con una declaración y un plan de acción para poner fin a la apatridia. Estas iniciativas regionales impulsan a bloques de naciones a trabajar de forma conjunta para enfrentar y resolver este problema que atañe a los derechos humanos. La eliminación de la apatridia forma parte del número 16 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 16, con el objetivo de garantizar que todas las personas tengan una identidad legal para el año 2030.

De cara a reforzar la capacidad de Parlamentos y legisladores para prevenir y reducir la apatridia, e identificar y proteger a las personas apátridas, ACNUR acaba de publicar un nuevo manual sobre “Buenas prácticas en las leyes de nacionalidad para la prevención y reducción de la apatridia”, en cooperación con la Unión Interparlamentaria.

Fuente: ACNUR

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