El peligro de dar a luz en Afganistán

Afganistán, dar a luz

el DiarioSolidario

Dos bebés nacen cada minuto en Afganistán, el equivalente a 333.200 pequeños desde que los talibanes tomaran el control el 15 de agosto. En este tiempo, el sistema de salud del país se ha dirigido hacia el colapso, limitando la atención médica.

Save the Children alerta de que se ha recortado la financiación internacional que sufragaba la mayoría de las instalaciones sanitarias públicas en Afganistán. Situación que ha provocado una escasez de personal del ámbito sanitario, una reducción de los servicios y una disminución del suministro de medicamentos.

Semanas después de que los talibanes obtuvieran el control del país, solo el 17% de las más de 2.300 clínicas de salud estaban en funcionamiento.

“Terminé dando a luz en casa”, explica Samira. “Tuve un parto muy difícil. No tuve ninguna comadrona conmigo. Los hospitales estaban cerrados y cuando di a luz, el niño no lloró ni respiró durante casi 15 minutos. Le masajeamos mucho la espalda y tras 15 minutos comenzó a llorar».

La escalada de violencia obligó a Samira y a su familia a huir de su hogar y quedarse temporalmente con familiares. Cuando se puso de parto, vivía en una zona rural donde la clínica de salud más cercana estaba a más de cinco horas a pie. Todos los demás hospitales estaban cerrados.

El riesgo del parto en casa

“Las mujeres que dan a luz en casa pueden enfrentarse muchos riesgos, como el sangrado y otros problemas sanitarios. Vemos a muchas mujeres que ahora tienen miedo de dar a luz”, asegura Medina, médica del equipo de salud de la ONG en Afganistán. “Es muy bueno que los equipos de salud móviles vuelvan a estar activos y puedan apoyar a las familias”, añade.

Medina explica también que, debido a la crisis económica del país, muchas familias no cuentan con los recursos para realizar partos a en el hogar de forma segura.

“Como trabajadora de salud, la forma en que traemos al mundo a los bebé no es la misma que la que hacen las madres en casa. Por ejemplo, un recién nacido necesita ropa limpia, una habitación cálida, leche materna, pero en Afganistán no se tiene lo que se necesita para los recién nacidos”, continúa Medina.

Incluso para las mujeres que viven cerca de un centro de salud en pleno funcionamiento, la escasez de personal, los suministros médicos limitados y los frecuentes cortes de energía hacen que los embarazos sean de alto riesgo y las cesáreas de emergencia sean especialmente peligrosas.

Oscuridad total

“Mis colegas sanitarios en zonas rurales me han contado que hay mujeres que dan a luz en la oscuridad total. A veces no hay electricidad y el generador no tiene combustible para funcionar, así que tienen que dar a luz en penumbra”, explica la partera del equipo de salud de Save the Children en Afganistán, Zuleika.

A medida que se acerca el invierno, el personal del ámbito sanitario se enfrentan a nuevos desafíos para mantener en un estado saludable tanto a las mujeres como a los recién nacidos.

“Necesitamos radiadores para que la sala de partos esté a una adecuada temperatura. Si un bebé nace con bajo peso, tenemos que asegurarnos de que la habitación esté lo suficientemente cálida para no perderlos, y lo mismo se aplica a las madres. Si ella sufre hemorragias y la habitación está fría, enfrentaremos grandes complejidades para un correcto tratamiento”, añade Zuleika.

Los recién nacidos y las madres lactantes en Afganistán también hacen frente a un mayor riesgo de caer en la desnutrición este invierno mientras el país lucha contra una de las mayores crisis alimentarias del mundo.

Noticia relacionada: España dona 20 millones de euros para la asistencia humanitaria de los refugiados afganos

En este contexto, la ONG hace un llamamiento a los donantes internacionales para que aumenten urgentemente la financiación humanitaria y se aseguren de que llega a los recién nacidos, y las madres más vulnerables del estado.

Se el primero en comentar

Déjanos tu opinión

Tu dirección de correo no será publicada.


*