Beirut, la dimesión de la catástrofe

Explosión Beirut, Líbano
© OCAH/Farid Assad

el DiarioSolidario

El número de víctimas mortales por las explosiones que sacudieron este martes Beirut se elevan ya a 137, según el último balance del gobierno libanés, y los heridos superan los 5.000.

Ante una situación tan complicada no sólo por las consecuencias de las deflagraciones sino también por el Covid-19 y la crisis económica que vive el país, Naciones Unidas ha liberado 7,6 millones de euros del Fondo Humanitario del Líbano para ayudar a satisfacer las necesidades inmediatas de la población civil.

Dificultades

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estima de que casi 80.000 niños se encuentran entre las 300.000 personas desplazadas por las explosiones de Beirut, y las familias afectadas necesitan desesperadamente apoyo.

«En las últimas 24 horas, Unicef ha seguido coordinando estrechamente con las autoridades y los asociados sobre el terreno para responder a las necesidades urgentes de las familias afectadas, centrándose en la salud, el agua y el bienestar de los niños», ha asegurado la representante adjunta del Unicef en el Líbano, Violet Speek-Warnery.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la explosión ha dejado inoperantes tres hospitales. Al mismo tiempo, otras dos instalaciones sufrieron daños considerables y se ha perdido el equivalente a 500 camas de hospital.

El portavoz adjunto de las Naciones Unidas, Farhan Haq, ha informado de que, en coordinación con el Ministerio de Salud del Líbano, se realizan nuevas evaluaciones para «determinar la capacidad disponible, las necesidades materiales y las deficiencias operacionales del sector de la salud».

A medida que las organizaciones de salud empiezan a adquirir equipo y suministros médicos, la OMS ayuda a cubrir 1.000 traumatismos y 1.000 intervenciones quirúrgicas para las personas que sufren quemaduras y heridas causadas por los cristales y otros desechos de la explosión.

Instalaciones inundadas

Mientras tanto, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), las instalaciones médicas de Beirut siguen inundadas de víctimas de traumatismos y quemaduras, y muchas ofrecen tratamiento en las aceras y en los aparcamientos.

Y muchas unidades de cuidados intensivos ya estaban cerca de su capacidad con pacientes de Covid-19, y el brote de la nación empeora.

La OCAH está desplegando equipos de emergencia para ayudar con la respuesta de emergencia, incluyendo expertos del equipo de Evaluación y Coordinación de Desastres de la ONU (UNDAC), y el Grupo Asesor Internacional de Búsqueda y Rescate.

Cierre del puerto

Mientras que el aeropuerto internacional de Beirut permanece abierto para los vuelos de pasajeros y de carga, el puerto de Beirut, donde tuvo lugar la explosión, está destruido.

El puerto era el principal salvavidas del país como centro económico y el principal punto de entrada de muchas medicinas y suministros esenciales.

«Con el puerto de Beirut inoperante, las Naciones Unidas y sus asociados están tratando de ajustar las redes logísticas para asegurar la continuidad de las operaciones», ha confirmado el Sr. Haq.

Lo más  probable que los materiales humanitarios se redirijan a través del puerto de Trípoli, al tiempo que señaló que, debido a que tiene una capacidad inferior a la del puerto de Beirut, algunas cadenas de suministro pueden verse afectadas negativamente.

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