el DiarioSolidario
Saber comprar no es sólo elegir el producto a buen precio. Muchos de los alimentos y otros artículos que las personas consumen habitualmente dejan tras de sí, condiciones inhumanas y violaciones de los Derechos Humanos.
En España está constituida la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, que sensibiliza sobre la importancia y responsabilidad de saber comprar para evitar consolidar situaciones de esclavitud moderna, trabajo forzoso o explotación laboral infantil. La Coordinadora y organizaciones de Comercio Justo coinciden en destacar que en la cadena comercial el cliente es quien tiene la capacidad de elegir y favorecer unas u otras determinadas prácticas comerciales.
De acuerdo con los datos ofrecidos por la Organización Mundial del Trabajo (OIT), existen 25 millones de personas que sufren situaciones muy similares a la esclavitud. Para las entidades de Comercio Justo, esto se debe a que en el modelo comercial actual prima el beneficio económico, aunque eso suponga no respetar derechos laborales ni humanos.
A pesar de que la mayor parte de los países aprobaron la Agenda 2030, que entre sus objetivos se encuentran fomentar el consumo, la producción sostenible y el trabajo decente, son los propios Estados quienes adoptan políticas comerciales contrarias a estos fines necesarios para combatir la pobreza, favorecer la prosperidad y mejorar la calidad de vida de la población.
El Comercio Justo se basa en aspectos como asegurar unas condiciones de trabajo dignas y seguras, recibir un salario justo, igualdad salarial, no explotación infantil y la producción a través de técnicas y procedimientos respetuosos con el medioambiente.
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