La amenaza de una tercera ola de Covid-19 en África es real y va en aumento

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el DiarioSolidario

«La amenaza de una tercera ola en África es real y va en aumento. Nuestra prioridad es clara: es crucial que hagamos llegar rápidamente las vacunas a los brazos de los africanos con alto riesgo de enfermar gravemente y morir de Covid-19«, ha asegurado el director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para África, Dr. Matshidiso Moeti.

El continente ha recibido en total 48,6 millones de dosis y se han administrado 31,4 millones en 50 países de África, donde alrededor del 2% de la población ha recibido al menos una dosis de la vacuna Covid-19, mientras que a nivel mundial se ha vacunado al 24%. La escasa observancia de las medidas preventivas, el aumento de los desplazamientos y la interacción de la población, así como la llegada del invierno al sur de África, han aumentado el riesgo de resurgimiento del Covid-19 en muchos países.

En las dos últimas semanas, África ha registrado un aumento del 20% de los casos de Covid-19 en comparación con la quincena anterior. La pandemia tiende a aumentar en 14 países y, sólo en la última semana, ocho países han registrado un crecimiento abrupto de más del 30% de los casos. Sudáfrica informa de una situación progresiva, mientras que Uganda experimentó un incremento del 131% de una semana a otra, con grupos de infección en las escuelas, aumento de los casos entre los trabajadores sanitarios, centros de aislamiento superados así como las unidades de cuidados intensivos a punto del colapso. Angola y Namibia también experimentan un resurgimiento de los casos.

Disminución envío de vacunas

El cambio de tendencia se produce mientras los envíos de la vacuna Covid-19 disminuye. Burkina Faso recibió la semana pasada sólo 115.000 dosis del dispositivo COVAX, mientras que a Ruanda y Togo llegaron alrededor 100.000 dosis de la vacuna de Pfizer. Casi 20 países africanos han utilizado más de dos tercios de sus dosis. El Dispositivo COVAX está en conversaciones con varios fabricantes, así como con los países que han vacunado a sus grupos de alto riesgo para compartir las dosis.

«Mientras que muchos países de fuera de África ya han vacunado a sus grupos de alta prioridad y pueden incluso plantearse la vacunación de sus hijos, los países africanos no pueden ni siquiera hacer un seguimiento con segundas dosis para los grupos de alto riesgo. Moeti instó a los países que han alcanzado una cobertura de vacunación significativa a que liberen las dosis y mantengan a los africanos más vulnerables fuera de los cuidados críticos», remarcaba el Dr. Matshidiso Moeti.

El continente lucha con la escasez de vacunas, mientras la atención a los pacientes gravemente enfermos de Covid-19 también va a la zaga de otras partes del mundo. África tiene el 2,9% de los casos a nivel mundial y representa el 3,7% de las muertes.

Carencia de equipos y personal anti Covid-19

Un estudio de la OMS llevado a cabo en mayo reveló que en muchos países africanos, el equipo crucial y el personal sanitario necesario para atender a los pacientes gravemente enfermos de Covid-19 están muy por debajo de las necesidades. De los 23 países que respondieron a la encuesta, la mayoría tiene menos de una cama de unidad de cuidados intensivos por cada 100.000 habitantes y necesitará un aumento de entre el 2.500% y el 3.000% para satisfacer las necesidades durante una oleada. Entre los países que proporcionaron información sobre los ventiladores, sólo un tercio de sus camas de unidades de cuidados intensivos están equipadas con ventiladores mecánicos.

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Los países de altos ingresos, como Alemania, Luxemburgo o los Estados Unidos de América, que han podido hacer frente a las oleadas de COVID-19 tienen más de 25 camas por cada 100 000 habitantes.

«Hospitales y clínicas africanas aún están lejos de estar preparados para hacer frente a un enorme aumento de pacientes en estado crítico. Debemos equipar mejor a nuestros hospitales y personal médico para evitar los peores efectos de una oleada desbocada», dijo el Dr. Moeti. «El tratamiento es la última línea de defensa contra este virus y no podemos dejar que se rompa».

La OMS trabaja en diferentes áreas como en el incremento del número de concentradores de oxígeno, ha aumentado a más de 6.700 en abril de 2021, en comparación con 2600 en abril de 2020. Ha proporcionado alrededor de 3700 de los equipos médicos a los países, además de enviar unos 680 ventiladores. Así como ha desplegado 21 expertos en ocho países para formar a profesionales en la atención clínica de los pacientes en estado crítico.

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