el DiarioSolidario
Las familias de 594 millones de niños y niñas de al menos 68 países en vías de desarrollo no habrán recibido ningún apoyo financiero específico por parte de sus gobiernos para paliar los efectos socioeconómicos de la pandemia del coronavirus. Así lo asegura Save the Children en su último informe, A Foundation to End Child Poverty, difundido en el contexto de la celebración el próximo sábado del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
Previa a la expansión de la Covid-19, 1.000 millones de menores sufrían pobreza multidimensional: privados de acceso a la educación, la salud, la vivienda, la nutrición, el saneamiento o el agua. Sin embargo, la ONG estima que la pandemia ha elevado esta cifra a 1.200 millones. Según las estimaciones, antes del brote, solo el 35% de los niños y las niñas en todo el mundo recibían alguna protección social, cayendo al 28% en Asia y tan solo al 16% en África.
“Sabemos que el impacto económico del coronavirus será duradero y si no se ayuda a las familias más vulnerables el impacto para los niños y las niñas podría durar toda la vida. No se trata de si esto es viable sino en si podemos permitirnos no hacerlo”, directora de Reducción de la Pobreza en Save the Children, Yolande Wright.
Mujeres y refugiados
En la misma línea, el informe “Covid-19 y la desigualdad creciente” de la ONG Alboan estima que 500 millones de personas pueden caer en la pobreza extrema por la crisis provocada por la pandemia. Situación que afecta con más virulencia a los países empobrecidos, con un especial impacto en las mujeres en situación de gran vulnerabilidad y en las poblaciones refugiadas.
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“Por primera vez desde 1998 aumenta la pobreza extrema que puede arrastrar a 500 millones de personas. En el caso de la educación, más de 1.600 millones de niñas y niños se quedaron repentinamente en sus casas, sin poder ir a la escuela. En muchos contextos la escuela es un espacio seguro, especialmente para las niñas”, responsable de Cooperación Internacional de la ONG, Leire Morquecho.
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