El Covid-19 entra en los masificados campos de refugiados rohingya en Bangladés

Covid-19 rohingya
Una familia rohingya en el campamento de Kutupalong, el 27 de noviembre de 2018. | ACNUR | Roger Arnold

el DiarioSolidario

El gobierno de Bangladés ha confirmado que una persona refugiada rohingya ha dado positivo en Covid-19 en el asentamiento de Kutapalong. Además, también han resultado positivas las pruebas de otro ciudadano de la comunidad local de acogida bangladesí. Ambos  acudieron a los centros sanitarios gestionados por organizaciones humanitarias, donde se les tomaron las muestras, posteriormente analizadas en el laboratorio del instituto epidemiológico, de control de enfermedades e investigación (IEDCR Field Laboratory) en Cox’s Bazar.

Tras la confirmación se ha iniciado el aislamiento y el tratamiento de los pacientes, así como el proceso de localizar a sus contactos, ponerlos en cuarentena y realizarles los tests, en línea con las recomendaciones de la OMS. El fuerte impacto que podría causar la enfermedad en los asentamientos de refugiados, pone más en relieve la realización de tests. Hasta mediados de mayo se han realizado pruebas a 108 personas refugiadas en el distrito de Cox’s Bazar. En la actualidad los campos acogen a alrededor de 860.000 refugiados rohingyas. Otros 400.000  bangladesíes viven en los alrededores de las comunidades de acogida. Estas poblaciones se encuentran entre las que más peligro corren ante esta pandemia mundial.

Medidas de prevención

ACNUR y sus socios han formado a 250 personas como puntos de enlace en las clínicas sobre Sistemas de Alerta Temprana y de Respuesta (EWARS, por sus siglas en inglés). Más de 3.000 personas refugiadas voluntarias han recibido formación sobre la Covid-19 y trabajan en los campamentos para asegurar que la población refugiada recibe los mensajes claves.

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Equipos que incluyen profesionales sanitarios y trabajadores de protección comunitaria, así como líderes comunitarios, imanes y grupos de la sociedad civil.

La comunicación en los campamentos se realiza a través de anuncios en radio, vídeos, carteles y mensajes en rohingya, birmano y bengalí en los que se explica cómo se propaga el virus, cómo protegerse a uno mismo a las familias, cómo reconocer los síntomas y cómo solicitar ayuda.

Asimismo, se ha reforzado el fomento de la higiene en los asentamientos, con una mayor disponibilidad de agua y jabón, así como actividades para el fomento del higiene.

Actualmente, el Plan de Respuesta Humanitario Conjunto para la situación de los refugiados rohingya solo ha recibido el 26% de los fondos requeridos.

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