El hospital del milagro

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Médico del hospital de Ebomé pasando revisión médica a un niño

el DiarioSolidario

En la costa sur de Camerún, cerca de la frontera con Guinea Ecuatorial, se encuentra la ciudad de Kribi y a escasos kilómetros el pueblo de Ebomé. Un área de 180.000 personas de diferentes etnias y lugar donde se encuentra el Hospital gestionado por la ONG AMBALA de Navarra.

Creado originariamente por la ONG Lanzarote Help como pequeño hospital rural para dar respuesta médica a una población que carecía de infraestructuras hace ya más de diez años, hoy es el Hospital más importante de la zona. Al igual que sucede en otros países africanos la sanidad no es gratuita, lo que impide a gran parte de los cameruneses acceder a la atención sanitaria por sus bajos ingresos o carecer de ellos. Sin embargo, en el Hospital de Ebomé todas las personas son atendidas, teniendo que pagar solamente quienes disponen de recursos suficientes.

El buen funcionamiento del hospital se debe a su plantilla, así lo afirma Marga Iraburu, Presidenta de AMBALA, quien asegura que los 54 trabajadores cameruneses del hospital obran el ´milagro´ de atender cada año a más pacientes, sólo en 2017 trataron a un total de 25.074 personas. Al frente del proyecto en Camerún se encuentra Eugenio del Campo, Gerente del Hospital y con experiencia en puestos directivos que desde el principio supo entender la cultura del país en beneficio del proyecto. Además, temporalmente se cuenta con el apoyo de voluntarios sanitarios españoles que se desplazan a Ebomé con el fin de apoyar y mejorar la asistencia técnica y humana que reciben los pacientes.

Hospital de Ebomé

Los datos recogidos muestran la buena marcha del proyecto, en dos años ha doblado su capacidad, contando ahora con 62 camas y un incremento de un 40% en su actividad quirúrgica. Especial mención recibe la maternidad, con un incremento del casi 30% en consultas postnatales y de planificación familiar, así como una mortalidad perinatal y materna un 50% inferior a la media del país.

Tres aspectos destacan del Centro, su sistema de sesiones clínicas transoceánicas que permite en un tiempo máximo de 24 horas resolver cualquier consulta; la garantía de asistencia especializada durante todo el año; y haber logrado mediante un programa integral que la población pigmea acuda al hospital para tratarse, algo excepcional por la cultura y costumbres de la etnia que no suelen relacionarse con otras personas fuera de su grupo.

El pasado año AMBALA e Ilumináfrica, ONG aragonesa de ópticos y oftalmólogos, inauguraron un taller óptico en el recinto del Hospital, con ello, consiguieron que los habitantes de la zona puedan graduarse la vista y disponer de gafas ajustadas a sus necesidades. En menos de un año más de 500 personas se han beneficiado de este nuevo servicio que ofrece el Centro, lo que supone un espaldarazo a la gestión del hospital realizado por la entidad navarra.

Grupo de trabajadores y voluntarios del hospital

La financiación sigue siendo uno de los grandes problemas del proyecto, si bien es cierto que AMBALA ha logrado firmar conciertos con empresas de la zona para asegurar a sus trabajadores en el Hospital, logrando así recaudar dinero para hacer frente a los costes que supone el funcionamiento del Centro, sigue siendo insuficiente para cubrir la totalidad de los gastos, lo que obliga a seguir recibiendo fondos recaudados previamente por AMBALA a través de subvenciones públicas y, especialmente, donaciones privadas.

El trabajo de AMBALA no sólo se lleva a cabo en Camerún, en España trabaja durante todo el año sensibilizando mediante actividades, como la exposición realizada en el Complejo Hospitalario de Navarra a principios de año. Actividad enmarcada dentro de las actividades promovidas por el Departamento de Salud en el marco del Plan de Humanización del Sistema Sanitario de Navarra.

 

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