La violencia económica de los ataques israelís en Gaza

Violencia en Gaza
Violencia en Gaza. Imagen de archivo

el DiarioSolidario

El 10 de mayo de 2021, el ejército israelí inició un ataque militar a gran escala contra la Franja de Gaza que duró 11 días, a lo largo de los cuales llevó a cabo miles de ataques aéreos y de artillería contra el pequeño y asediado enclave habitado por dos millones de personas. Las acciones acabaron con la vida de 254 palestinos, entre ellos 66 niños y 39 mujeres, destruyeron miles de viviendas e instalaciones económicas y causaron importantes daños en las infraestructuras.

“Durante la «Operación Guardián de los Muros», el ejército israelí cometió múltiples y complejas violaciones de los derechos humanos, que pueden equivaler a crímenes de guerra y de lesa humanidad. El ejército israelí utilizó una potencia de fuego masiva contra zonas civiles densamente pobladas, violando una serie de derechos humanos básicos, sobre todo el derecho a la vida, el derecho a la vivienda, el derecho a trabajar y a ganarse la vida y el derecho a la propiedad”, denuncia Euro-Mediterranean Human Rights Monitor.

Desde que finalizó el ataque, el observatorio suizo ha publicado dos informes – “Inescapable Hell” and “One War Older”- que documentan las violaciones de derechos humanos que acompañaron al ataque militar israelí contra la Franja de Gaza en mayo de 2021. El tercer trabajo, «Left in Tatters» examina el impacto en los sectores económicos palestinos.

Violencia económica

Los datos que el equipo de Euro-Med Monitor documentó muestran que las operaciones militares israelíes afectaron directa e indirectamente a los sectores productivos y a las estructuras económicas de Gaza, que ya eran frágiles debido a los años de asedio y al impacto de la pandemia del Coronavirus.

El ejército israelí llevó a cabo ataques aéreos o de artillería precisos y focalizados contra instalaciones económicas que contenían fábricas y unidades de producción y servicios, concretamente fábricas de plástico, nailon y productos alimentarios, además de proyectos de energías renovables.

Los ataques causaron daños y destrucción generalizados en más de 100 fábricas, edificios residenciales, torres que contenían tiendas de servicios múltiples, talleres industriales, instituciones educativas, etc. Tiendas, talleres industriales, instituciones educativas, centros de formación y zonas agrícolas, algunas de las cuales contenían explotaciones ganaderas y avícolas.

Ataques deliberados

Además de abrir fuego deliberadamente contra el Polígono Industrial de Gaza (GIE). El GIE es uno de los mayores complejos de producción, donde tiene lugar una parte considerable de las operaciones de producción, ya que contiene docenas de fábricas y empresas que emplean a cientos de trabajadores.

La artillería del ejército israelí atacó el GIE durante días con decenas de proyectiles, que provocaron incendios masivos en las instalaciones producctivas. Para empeorar las cosas, las llamas incendios continuaron activos durante mucho tiempo debido a la obstrucción de la llegada de los equipos de bomberos a la zona. Dado que la ciudad industrial está cerca de la frontera israelí, los equipos necesitaron una coordinación especial para llegar sin daños.

“Al examinar el comportamiento del ejército israelí y la naturaleza de las municiones precisas que utilizó para atacar las instalaciones económicas, resulta obvio que Israel puede haber atacado deliberadamente el sector productivo de Gaza para causar un daño grave y duradero a sus capacidades productivas y sofocar cualquier esfuerzo por lograr el desarrollo económico en el asediado sector de más de 15 años”, acusa la organización.

El sector pesquero también se vio afectado después de que Israel cerrara el mar, impidiera la pesca durante todo el ataque, y redujera repetidamente la zona de pesca.

El impacto de la violencia en Gaza

Según un informe publicado por el Comité Gubernamental Superior para la Reconstrucción de Gaza, el total de pérdidas y daños directos en el sector económico del ataque militar israelí a Gaza ascendieron a 405,48 millones de euros distribuidos en los sectores de la vivienda, las infraestructuras, el desarrollo económico y desarrollo social.

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Una Evaluación Rápida de Daños y Necesidades (RDNA) en la Franja de Gaza entre el 25 de mayo y el 25 de junio de 2021, realizada por el Banco Mundial, las Naciones Unidas y la Unión Europea, reveló daños materiales por valor de 321,66 millones de euros y pérdidas económicas de 160,83 millones.

En cuanto a la interrupción de los flujos económicos, la producción y los servicios, el ataque israelí causó pérdidas que oscilaron entre 88,87 y 160,83  millones de euros.

“Los ataques israelíes dirigidos a instalaciones económicas, que son objetos civiles, son un ejemplo de operaciones militares que violan las normas del derecho internacional y derecho humanitario internacional”.

Control de la economía

Desde que ocupó los territorios palestinos en 1967, Israel ha aplicado una política sistemática destinada a controlar la economía de los palestinos. Ha utilizado varios métodos, entre ellos el poder duro y el poder blando, para destruir los activos económicos palestinos en Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza, con el fin de frustrar sus esfuerzos por construir proyectos económicos sostenibles que puedan constituir una base sólida para una economía estable.

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