el DiarioSolidario
“El nuevo sistema de asilo griego está diseñado para deportar a las personas en lugar de ofrecerles seguridad y protección”, han advertido el Consejo Griego para los Refugiados (GCR) y Oxfam. “Las personas llegadas a Grecia han huido de la violencia y la persecución tienen pocas posibilidades de un procedimiento de asilo justo, e incluso las familias con niños son detenidas regularmente en condiciones inhumanas”.
En el informe «Diminished, Derogated, Denied», las organizaciones denuncian que la reformada ley griega de asilo, que entró en vigor el 1 de enero de 2020 y enmendada en mayo, expone a las personas al abuso y la explotación. Esta situación se agrava aún más por las condiciones de vida inhumanas en los campos de refugiados de Grecia, donde las personas corren ahora el riesgo de sufrir una devastadora crisis sanitaria si Covid-19 llega a los campos.
Más de 33.000 solicitantes de asilo viven en campamentos en cinco islas del mar Egeo, con capacidad para 5.400 personas. Y alrededor de 70.000 están hacinados en otras instalaciones en la Grecia continental.
Moria: aterrador
Los testimonios recogidos por el Consejo Griego para los Refugiados exponen horribles condiciones de vida en Moria. Rawan – nombre ficticio para garantizar su seguridad-, de Afganistán, vino a Grecia con sus dos hijos menores de edad para buscar seguridad en Europa. Madre soltera y superviviente de la violencia de género, necesita apoyo y cuidados especiales. En lugar de ello, se vio obligada a vivir durante seis meses en una tienda de campaña, en la zona desbordada del campamento, donde ni siquiera las instalaciones básicas, como los retretes, son siempre accesibles.
«La situación en Moria era aterradora. Durante la pandemia, todo el mundo tenía miedo de que si el virus llegaba a nosotros, entonces cavarían una fosa común para enterrarnos. Sólo nos dieron dos máscaras y jabón. ¿Pero cómo se supone que nos lavaremos las manos sin agua? En la fila de la comida, estaba tan llena que no podíamos mantenernos a distancia. No estábamos protegidos», dice Rawan.
En los últimos meses, durante el cierre de Covid-19, ha habido un preocupante aumento de los casos de acoso sexual y las denuncias de violación, y violencia doméstica en el campo.
Barlin- nombre ficticio-, una refugiada somalí, «los hombres amenazaban a las mujeres solteros, tomaban sus móviles, venían a sus tiendas de campaña, no tenían ningún apoyo o protección para usar los baños y aseos durante la noche, tenían que defenderse, ya que no había policía ni seguridad».
Rechazo y sin apelación
«La Unión Europea es cómplice de este abuso, porque durante años ha utilizado a Grecia como campo de pruebas para nuevas políticas de migración. Nos preocupa mucho que la UE utilice ahora el sistema de asilo de Grecia como modelo para la próxima reforma del asilo en Europa«, ha asegurado la directora de la campaña de migración de Oxfam Europa, Evelien van Roemburg.
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La ley reformada impide a refugiados que no tienen apoyo legal apelar un rechazo de asilo. Los plazos se han acortado drásticamente y, en muchos casos, expiran antes de que la gente sea informada de la decisión. Las personas que solicitan asilo sólo pueden presentar una apelación real a través de un abogado – pero en Lesbos, sólo hay un abogadodel Estado.
«Cuando las autoridades griegas rechazan una solicitud de asilo, no significa necesariamente que las personas no necesiten protección internacional. A menudo es una consecuencia del procedimiento de asilo acelerado que se aplica en el contexto de los procedimientos fronterizos. Los plazos cortos aumentan la posibilidad de errores. Además, las personas no tienen ni el tiempo ni el entorno adecuado que les permita preparar su entrevista de asilo, en la que puedan hablar de los horrores de los que han huido», ha confirmado el abogado de RGC, Spyros-Vlad Oikonomou.
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