el DiarioSolidario
La ONU estima que alrededor de 15 personas han fallecido durante el incendio masivo en el campamento Kutupalong en Cox’s Bazar, en Bangladés. 560 personas han resultado heridas, 400 se encuentran en paradero desconocido y hasta 10.000 familias (más de 45.000 personas) están desplazadas y habrían perdido todas sus pertenencias. El campamento es hogar de 900.000 refugiados, principalmente rohingya.
El fuego se extendió rápidamente a los campamentos 8E, 9 y 10 y habrían reducido a cenizas más de 10.000 tiendas de campaña. También ardió la mayor clínica sanitaria de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en el campamento. Así como dos centros de nutrición y uno de distribución de alimentos gestionados por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU. Otros dos centros de nutrición del PMA y un punto de venta de vales electrónicos han sido cerrados hasta que se puedan evaluar los daños.
Médicos Sin Fronteras informa de que su clínica en Balukhali ha quedado completamente destruida. Afortunadamente, se evacuaron a todos los pacientes y el personal de la clínica antes de que se intensificaran las llamas. “Tratamos a 11 personas heridas en el hospital de Kutupalong y en el hospital de la colina, fruto del suceso”.
66% de la población afectada
En total, alrededor del 66% de la población del campo se ha visto afectada, según lla OIM de la ONU. El incendio, del que se desconoce su origen, se inició el lunes a las 15:00 de la tarde.
Los refugios están construidos con materiales temporales y endebles, lo que significa que en los campamentos densamente poblados, el fuego se propaga rápidamente.
La red de campamentos de Kutupalong, que incluye unos 26 subcampos, alberga a más de 700.000 de los aproximadamente 880.000 refugiados rohingya que se cobijan en Cox’s Bazar, Bangladés (datos de febrero de 2021).
Dependencia humanitaria de los rohingya
En enero, más de 3.500 refugiados se quedaron sin hogar cuando un incendio destruyó unos 550 refugios y 150 tiendas en el campamento de Nayapara, a unos 30 kilómetros al sur de Kutupalong.
Las organizaciones e instituciones internacionales trabajan a contrarreloj ante el inicio de la época de monzones.
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“A los rohingya se les ha negado la posibilidad de regresar a sus hogares en Myanmar de manera segura y con dignidad. Las restricciones a su libertad de movimiento y la falta de acceso a los medios de subsistencia en Bangladesh, incluida la capacidad para trabajar, significan que dependen por completo de la asistencia humanitaria”, confirman desde Médicos Sin Fronteras.
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