Líbano, la lucha por sobrevivir en un país con cimientos de barro

Pablo Cerezal. URDA Spain

El Líbano se enfrenta una de las mayores emergencias humanitarias de su historia reciente. El sistema sanitario libanés se encuentra desbordado ante los repuntes de contagios por Covid-19. La semana pasada se inició un confinamiento parcial de la población, cuyo dramatismo aumenta si tenemos en cuenta el número de personas refugiadas que carecen de medios óptimos para evitar el contagio y las más de 300.000 personas que han perdido su hogar. La tensión social no ha hecho más que crecer, llegando a provocar, el pasado 10 de agosto, la dimisión en pleno del gobierno y abocando al país a una deriva sin rumbo. Como dramático colofón, ayer mismo el ejército israelí bombardeó posiciones de Hizbulá en el país, provocando el temor a un nuevo conflicto armado.

El país venía arrastrando una crisis política y socioeconómica previa a las explosiones del 4 de agosto en la que ha visto como su moneda se devaluaba y ha sufrido la carencia de soluciones ofrecida por un gobierno literalmente sobrepasado por la situación. A las cifras que sitúan a la mitad de la población libanesa por debajo del límite de la pobreza, se suman las más de millón y medio de personas refugiadas que habitan allí sin opciones laborales y de vida digna, y el negro horizonte ante la falta de medios económicos y la carencia de alimentos de primera necesidad que han provocado las explosiones en el puerto, donde se almacenaba el 85% de las reservas de cereales de todo el país.

Deflagraciones que dejaban la triste noticia de 200 personas fallecidas y más de 6.000 heridos tras las dos devastadoras explosiones precipitadas por la acumulación de nitrato de amonio. Además, se perdieron más de 120.000 toneladas de existencias alimenticias de primera necesidad, ya que el puerto de Beirut es lugar de entrada de las mismas antes de su distribución por el país. Dos días después de la tragedia, que dejó inoperativos 4 hospitales y dañó seriamente otros 13, se alcanzaba la cifra récord de 255 nuevos contagios por Covid-19.

Trabajo sin descanso

El personal de la URDA Spain, única ONG española que desarrolla íntegramente proyectos en Líbano, con programas de ayuda humanitaria, apoyo psicosocial y educativo y empoderamiento comunitario que tienen como beneficiarias a cerca de 25.000 personas refugiadas en el país, trabaja sin descanso para poder llegar con esta ayuda al máximo número de afectados, sin dejar de lado la imprescindible labor humanitaria que desarrollan en 25 campos de refugiados ubicados a lo largo de la geografía libanesa.

Hasta el momento, la URDA Spain ha distribuido alimentos, agua, y kits de higiene entre más de 35.000 familias, ha movilizado una clínica móvil y 40 partidas de suministros médicos. Igualmente ha facilitado opciones de refugio a miles de personas que han perdido su hogar y ha desarrollado cerca de 300 sesiones de apoyo psicosocial muy necesarias, especialmente, en el caso de personas refugiadas que han revivido el horror de la guerra que abandonaron y por la que llegaron a Líbano. El personal de URDA Spain colabora también en las tareas de desescombro, limpieza y reconstrucción.

Desafortunadamente, la situación está lejos de estabilizarse cuando el país se ve abocado al mayor desastre humanitario de su historia reciente. Desde URDA Spain y el resto de organizaciones que trabajan en terreno, se hace un llamamiento a la comunidad internacional para lograr, entre todos, que la población libanesa pueda recuperar sus esperanzas de vida digna.

Cualquier donativo ayudará a la reconstrucción. Apoya a URDA Spain en Líbano