el DiarioSolidario
El director general de la Organización Internacional para las Migraciones, Filippo Grandi, y la residente de las Naciones Unidas en Blagladesh, Mia Seppo, han lanzado el Plan de Respuesta Conjunta 2018 para ayudar a cerca de un millón de rohinyás y 336.000 personas de las comunidades de acogida en Bangladesh. En total, 770,1 millones de euros en ayuda.
El Plan fija en un 54% la partida que se destinará a garantizar la alimentación, el agua y el saneamiento, la vivienda y otras ayuda básicas. Filippo Grandi, informó que diariamente se necesitan 12.200 toneladas métricas de alimentos al mes, dieciséis millones de litros de agua potable, combustible para cocinar para 180.000 familias de refugiados, 50.000 letrinas y, al menos, treinta instalaciones de gestión de aguas residuales.
El director general alabó la actuación del Gobierno y del pueblo de Bangladesh ante la llegada de más de 670.000 refugiados rohinyá procedentes de Myanmar desde finales de agosto de 2017. Además, aseguró que están haciendo grandes esfuerzos ante unas las necesidades verdaderamente críticas para una población apátrida y refugiada que ya vivía una situación de marginalidad anterior a la propia crisis.
Por su parte, la coordinadora residente en Bangladesh, Mia Seppo, quiso destacar el importante papel de Bangladesh, que se ha convertido en el mayor donante, llegando a afirmar que «desde el punto de vista de ser los primeros en responder, de proporcionar tierra, de mantener sus fronteras abiertas, de proporcionar asilo, de construir carreteras, de ampliar las redes eléctricas, de proporcionar alimentos, de destinar funcionarios públicos, de proporcionar policía y ejército para mantener el orden en el campamentos».
El llamamiento también destaca otras necesidades sanitarias y establece una partida para la educación, incluyendo la construcción de cuarenta y tres centros de atención primaria y aulas adicionales para 614.000 niños y jóvenes. Igualmente, recoge una serie de programas de protección para las 144.000 madres solteras y sus familias.
El Plan de Respuesta Conjunta es una continuación a la financiación que ya ha recibido la crisis entre septiembre de 2017 y febrero de de este año, un 74% del dinero que Naciones Unidas estima necesaria.
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