el DiarioSolidario
Las autoridades griegas han comenzado a reubicar a migrantes procedentes de Moria en el nuevo campo Kará Tepé. El asentamiento, tiene carácter temporal y se ubica a dos kilómetros de la capital de la isla de Lesbos, Mitilne. Una ciudad donde los residentes se habían manifestado y cruzado vehículos en la carretera para evitar la llegada de migrantes tras el incendio de la madrugada del 8 al 9 de septiembre.
En el nuevo espacio se ha instalado con carpas facilitadas por ACNUR. La capacidad, en la actualidad, oscila entre 2.000 a 5.000 camas, – dependiendo de la fuente -, y parece evidente que no podrá acoger a las 12.000 personas que vivían hacinados en Moria.
En relación al campo temporal, el ministro de Migración y Asilo griego, Notis Mitarakis, advirtió que «sólo» los refugiados que se instalen en el nuevo campo en la isla de Lesbos, tendrán derecho a que se les procese su solicitud de asilo. “Una situación clasificada por la ONG SOS Refugiados como de chantaje”. En el incendio de Moria se quemaron los archivos de la European Asylum Support Office (EASO), por lo que los procesos de obtención de visados, se podrían llegar a retrasar entre dos o tres años.
Nuevo centro
Del mismo modo, los migrantes no acaban de estar convencidos con el nuevo campo, debido a las restricciones de movimiento. Ciudadanos que desean abandonar el Egeo después de meses e incluso años de espera a la resolución de sus peticiones de asilo. “Para muchas personas, el Egeo se ha convertido en un infierno”, aseguran las ONG sobre el terreno.
Tras el cierre de las fronteras de Europa a los refugiados hace cuatro años, Moria se ha convertido en un callejón sin salida, plagado de problemas de salud mental y una sensación generalizada de desesperación.
«Queremos convertir este problema en una oportunidad», dijo ayer el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis. «Europa tendrá que estar muchísimo más involucrada en la gestión de este nuevo centro de recepción e identificación de refugiados, sea donde sea que decidamos que vaya a ir», añadió.
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Unas declaraciones que produjeron una reacción en forma de manifestaciones por parte de las miles de migrantes que todavía, a día de hoy, siguen durmiendo al raso.
«Solidaridad europea»
Ante la llamada a la colaboración por parte de las autoridades griegas, 10 países de la UE se mostraron partidarios de acoger a 400 menores no acompañados, que ya han abandonado la isla. La “solidaridad” ha sido criticada por llegar demasiado tarde y por la pasividad de la UE con los refugiados.
Alemania, que originalmente se había comprometido a acoger a 150 niños refugiados, ha anunciado que acogera a 1.500 personas en su mayoría familias con hijos. Existían diferencias y presiones en el ejecutivo alemán, donde el ministro de desarrollo, Gerd Müller, exigía la acogida de 2.000 personas. El gobierno alemán se había limitado a asegurar que “Alemania hará una contribución sustancial”.
Por su parte, en España, ciudades refugio como Barcelona o Valencia se han mostrada partidarias a la acogida, así como el Gobierno vasco. De momento, el gobierno central se muestra pasivo bajo los argumentos de la presión migratoria que tiene España, la participación en el Programa Nacional de Reasentamiento – acogida de refugiados desde terceros países, principalmente sirios-, y el argumento político de que la gestión migratoria requiere un consenso europeo.
Las ONG recuerdan al ejecutivo que en 2015 España se comprometió a acoger a 15.888 refugiados de Italia y Grecia en el plazo de dos años. Actualmente no ha acogido ni al 9% de su cuota.
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