el DiarioSolidario
En torno al 75 por ciento de los 5,1 millones de niños con discapacidad están excluidos de la educación inclusiva y de calidad en Europa del Este y Central y Asia Central, según Unicef.
Millones de niños con discapacidades nunca van a la escuela. Para aquellos que se inscriben, es menos probable que se beneficien del aprendizaje o de la educación primaria o secundaria completa. Cientos de miles de menores permanecen en escuelas «especiales», segregados de sus amigos y comunidades.
«Este es un trágico desperdicio de potencial: para estos niños, sus familias, las economías nacionales y la sociedad», dijo la directora regional de Unicef para Europa y Asia Central, Afshan Khan.
La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, alertó que los 93 millones de infantes con discapacidad en el mundo están entre las personas con más riesgo de sufrir violaciones de sus derechos desde el momento de su nacimiento.
Tecnologías de asistencia
La agencia de Naciones Unidas solicita inversiones en la disponibilidad de calidad y la asequibilidad de las tecnologías de asistencia. Que van desde lectores y tabletas especiales hasta sillas de ruedas ligeras y económicas y tecnología de interfaz cerebro-ordenador, son herramientas que ayudan a los niños con discapacidades a obtener más independencia, asistir a la escuela y participar en sus comunidades.
«Para un niño que vive con una discapacidad, el acceso a la tecnología de asistencia puede significar la diferencia entre una vida de exclusión y aislamiento para obtener una educación y alcanzar su máximo potencial«, agregó Khan.
En los países de bajos ingresos, se estima que el acceso a la tecnología de asistencia oscila entre el cinco y el quince por ciento. Del mismo modo, las barreras que impiden su uso incluyen: la falta de conciencia de su existencia, la falta de producción y servicio, poco personal debidamente capacitado para usar y mantener las tecnologías, la falta de gobernabilidad y los altos costos.
Recomendaciones Unicef
La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad insta a los estados a proporcionar tecnologías de asistencia asequibles a todas las personas que podrían beneficiarse de ellas. Asimismo, Unicef ha establecido recomendaciones clave para los países, el sector privado y otras partes interesadas clave:
- Emprender más investigaciones para comprender mejor cómo la tecnología de asistencia puede ayudar a los niños y los tipos disponibles actualmente.
- Adoptar legislación y políticas que ayuden a garantizar que todos los niños puedan acceder a las tecnologías de asistencias.
- Proporcionar fondos y subsidios para hacer que sea más económica y accesible, especialmente para los menores más vulnerables.
- Establecer sistemas para garantizar el suministro, calidad y servicio.
- Capacitar al personal para que las tecnologías puedan ser utilizadas, tener mantenimiento, actualizadas y reparadas.
- Por último, involucrar a los niños con discapacidades y sus familias en el desarrollo de políticas y diseño de servicios y productos de tecnología de asistencia.
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