
el DiarioSolidario
Los niños son un arma de guerra en la República Democrática del Congo. Cuando una mujer pregunta cuántas madres han perdido a sus hijos, un mar de manos salen a la superficie. Casi todas han abandonado la esperanza de volver a verlos. A medida que el conflicto empeora, continúa el secuestro y desaparición de miles de niños.
“Los rebeldes vinieron a nuestra aldea, se llevaron a nuestros niños y desaparecieron con ellos. Violan a las chicas y las cortan en pedazos pequeños con machetes”, asegura Agustine, a quien hace doce meses secuestraron a su hija de seis años. A Elisabeth le secuestraron sus dos hijas los rebeldes hace ya un año. Su madre las ha buscado sin éxito, pero sin descanso.
Los casos de violaciones y asaltos sexuales son tan altos en el país que la mayoría de las mujeres son forzadas más de una vez en su vida.
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