ONG advierten de que es la externalización de fronteras la que permite a Marruecos dejar pasar a los migrantes

MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) –

La entrada de unos 8.000 migrantes a través de la frontera de Ceuta entre el lunes y el martes de la semana pasada ha sido declarada por algunos expertos y políticos como «crisis diplomática» por el consentimiento de Marruecos a que estas personas cruzaran la frontera con España. Esta situación, explican las ONG, es posible por la «externalización de fronteras» que existe y se practica desde la UE y con la que estas organizaciones no están de acuerdo.

La externalización de fronteras es una política que «desplaza» la gestión de las fronteras exteriores europeas hacia el sur, a través de la subcontratación del control migratorio a terceros países, creando una zona de freno previa, explica el Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR).

Esto se realiza a través de medidas complementarias entre sí que abarcan tanto la disuasión y la contención en tránsito como la devolución tras las llegadas y se realizan a través de firmas de acuerdos bilaterales o multilaterales de readmisión.

Este tipo de documento es el que vincula desde hace 20 años a Marruecos como socio prioritario de España en materia de control de flujos migratorios. Tal y como apunta CEAR, esta cooperación bilateral se materializa en distintas acciones, incluyendo el patrullaje marítimo o conjunto, la detección e interceptación de personas migrantes.

Pero, entre los aspectos más «preocupantes» para CEAR de esta externalización de fronteras de España a Marruecos está «el plazo de diez días que se da para solicitar la readmisión» y que, a su juicio, «dificulta la identificación de necesidades especiales o el acceso a la protección internacional».

MARRUECOS «GENDARME» DE LAS FRONTERAS ESPAÑOLAS

En este acuerdo, indica, tampoco hay ninguna referencia expresa al respeto de los derechos humanos de las personas readmitidas en Marruecos, un país que, denuncian, no garantiza el principio de no devolución y, por lo tanto, no es seguro para las personas refugiadas y migrantes.

Es por este motivo por el que las organizaciones que atienden a los migrantes a su llegada a España han reclamado estos días el fin de las políticas de externalización de fronteras a las que achacan esta crisis y situaciones como las vividas en la frontera de Ceuta con Marruecos.

La directora general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Estrella Galán, advierte en declaraciones a Europa Press que la externalización de fronteras «convierte a otros países en gendarmes» de las fronteras españolas y, por tanto, de la «vida de seres humanos».

En este sentido, ha lamentado que se permita a Marruecos «jugar permanentemente» con «sus súbditos y con España» usando la migración como «medida de presión a la UE». Galán cree que, ni la UE ni España deben ser conscientes de lo que supone negociar con países con Marruecos en donde «no se respetan los derechos humanos». «Están abocadas al fracaso y ponen al país en una situación de debilidad permanente», ha indicado.

TEMEN POR LAS DEVOLUCIONES EN CALIENTE

De forma muy similar se ha expresado Andalucía Acoge. Su secretario general, José Miguel Morales, también sitúa el origen de lo ocurrido en la ciudad autónoma en «la política de externalización de fronteras» en «la que la UE lleva inmersa desde hace décadas» y que permite a Marruecos tener un papel de «gendarme» en las fronteras españolas y, por tanto, europeas.

Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado ya advirtió, cuando se inició esta crisis, que las políticas de frontera iban a propiciar «una situación de devolución en caliente» sin respeto a los derechos humanos. Hay organizaciones que temen que se esté dando una violación de derechos humanos en cuanto a la atención de solicitantes de asilo o protección internacional y, especialmente, en lo que tiene que ver con menores.

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