el DiarioSolidario
Barcelona saldrá a la calle para denunciar «la persecución y la criminalización a las ONG que luchan por salvar vidas en el mar» Mediterráneo como Open Arms, Sea Watch o Aita Mari.
«El rescate es una obligación y no puede ser un crimen», confirman rotundamente desde la organización. Recientemente, la dirección General de la Marina Mercante del Estado advertía a Open Arms que si reiniciaba los rescates de migrantes podrían ser sancionados con hasta 901.000 euros.
La protesta, bajo el lema: “Antes presos que cómplices” se iniciará a las seis de la tarde, y será, asimismo, un punto de solidaridad con la capitana del Sea Watch, Carole Rackete. La salida de la manifestación se hará precisamente desde el Consulado italiano, en la calle Mallorca, y seguirá por Pau Claris y Via Laietana hasta llegar al Port Vell.
En la concentración participarán entidades como Dunia Katos, Amnistia Internacional, Stop Mare Mortum, Asociación Guaymuras Intercultural, Obrim Fronteres, Mujeres Palante, SOS Refugiados, Facultat de Nàutica de Barcelona, Aucoop y Centro de Cooperación al Desarrollo de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).
Asimismo, también se han sumado CCOO de Catalunya, Tanquem els CIES, Mediterranea Saving Humans, Fundipau, Greenpeace, Casa Nostra Casa Vostra, Oxfam Intermón, Libèlulas, Sarrià Sant Gervasi Refugi, Tierra Catracha, Gats, Hondureños que suman, Associaciò Dona i Cultura Badalona y Centre d’informació per a Treballadors Estrangers (Cite).
Carola RacketeCarola Rackete, la capitana de la embarcación humanitaria Sea Watch 3, fue detenida por la Guardia de Finanza por orden del ministro de interior, Matteo Salvini, en la madrugrada del 29 de junio, tras rescatar y llevar a puerto a 43 personas. Rackete atracó el barco de madrugada en el muelle comercial de Lampedusa mientras sorprendía a una patrullera de la Guardia de Finanza y chocaba contra ella accidentalmente. La dentención de la patrona se basó supuestamente por violar el artículo 1.100 del código de navegación sobre resistencia o violencia contra un navío de guerra, un delito castigado con hasta 10 años de prisión. Días más tarde, la juez de Agrigento Alessandra Vella no confirmaba la detención y rechazaba los delitos que se atribuían a Rackete por saltarse el alto de la Guardia de Finanzas y golpear a una nave militar. La magistrada, además, aseguraba que la joven actuó cumpliendo «un deber», el de salvar vidas en el mar y le liberaba del arresto domiciliario impuesto. Actualmente, la joven alemana de 31 años se enfrenta a un delito de favorecimiento del tráfico ilegal de personas. Del mismo modo, con el nuevo decreto Seguridad Bis aprobado por el Gobierno italiano, fondear en aguas territoriales sin permiso supondrá 15 años de cárcel, la incautación del navío y una multa de entre 20.000 y 50.000 euros en función de los plazos de pago de la misma. |
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