Luz María Sánchez. PROVAY
La pandemia del Covid-19 es un agravante para los problemas que actualmente se enfrentan en México, no solo en la economía, sino también en el ejercicio de los derechos humanos. Ni qué decir de los grandes retos que ahora enfrentan las poblaciones que previamente se encontraban en la marginación.
Desde hace más de 50 años, en Ciudad Obregón, Sonora; la organización civil PROVAY, se ha dedicado a fortalecer las capacidades y oportunidades en comunidades vulnerables. Actualmente presta servicios de desarrollo integral en su centro comunitario, en alianza con diferentes ONG e instituciones educativas.
PROVAY se encarga de promover el desarrollo humano y social en la comunidad, a través de servicios integrales y de acompañamiento psicosocial orientado a la resiliencia individual y comunitaria. Apoyando también en la gestión de becas educativas y soporte alimentario para las niñas, niños y adolescentes (NNA) que lo requieren.
Abandono escolar
Una de las principales preocupaciones de esta institución es la Educación, sobre todo la problemática del abandono escolar y el rezago escolar de las niñas, niños y adolescentes por motivos económicos y del contexto social. Ciudad Obregón, Sonora es considerada la cuarta ciudad más violenta del mundo en 2020, según datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C de México.
En palabras de la directora de la organización, Lizeth García Verdugo “…en septiembre de 2020, nos dimos cuenta que no habría marcha atrás, que si no hacíamos algo a la brevedad el abandono escolar sería una realidad en nuestra comunidad. Pues muchas personas no cuentan con acceso a internet o computadora, además de que la mayoría de cuidadores se ven limitados para darles asesoría y apoyo educativo».
“Personal directivo de escuelas de educación básica de la zona, nos reportaron hasta un 50% de alumnos sin seguimiento; además observamos un aumento considerable de niñas y niños que trabajan durante la pandemia para aportar económicamente al hogar”, Lizeth García Verdugo.
Así que iniciamos las gestiones y con la suma de voluntades empezamos un proyecto que se ha convertido en un programa exitoso. El mismo involucra al profesorado de las escuelas públicas de educación básica y voluntariado de la comunidad. Se logró equipar nuestra biblioteca con equipos de cómputo y acceso a internet, así como el acervo bibliográfico disponible.
Colaboración voluntariado y profesorado
En grupos pequeños y con un activo protocolo de seguridad sanitaria, en el centro comunitario de PROVAY se apoya a los estudiantes a la realización y envío de sus tareas, en coordinación con maestras y maestros de sus materias. Además de mantener disponible la red de internet para cualquier estudiante que desee conectarse y con ello cumplir con sus trabajos académicos.
“Ha sido todo un reto, pero sentimos mucha satisfacción con los resultados que se están dando, pues el 100% de las personas asistentes están en comunicación con su escuela y estarán nivelados para el retorno a clases”, Lizeth García Verdugo.
Actualmente se cuenta con 8 escuelas públicas aliadas. Y cerca de 70 alumnos de 12 a 14 años que participan de manera presencial desde septiembre de 2020. Además de alrededor de 1.500 de manera virtual.
“Es un granito de arena en el mar, pero nos interesa compartir nuestra experiencia con otras comunidades para multiplicar sus beneficios”, concluye la directora.
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