REAS: el intenso latido de la Economía Solidaria

REAS balance social

el DiarioSolidario

La Auditoria|Balance Social de las entidades que conforman la Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) se presenta como una herramienta de rendición de cuentas ante la población en ámbitos sociales, ambientales, laborales y de género. “Un proceso que permite a una organización evaluar su eficacia social y su comportamiento ético en relación con sus objetivos, de manera que pueda mejorar sus resultados sociales y solidarios y dar cuenta a una ciudadanía comprometida».

En su sexta edición, 495 entidades de REAS RdR han colaborado – la organización cuenta con más de 800- aportando datos referentes al 2019. Las participantes contaban conjuntamente con un volumen de ingresos de 526 millones y plantillas de 30 profesionales de media; englobaban a más de 200.00 personas; de las cuales 180.000 eran asociadas, más de 25.000 personas voluntarias y cerca de 15.000 trabajadoras.

El 64% de las personas asalariadas eran mujeres, un 2,14% más que en el ejercicio anterior. Un porcentaje muy superior al del mercado tradicional, donde en España se sitúa en el 43,50%. Además, un 61% de las profesionales tenían puestos de responsabilidad y un 19% eran socias. En cuanto a las voluntarias, el número ascendía al 60%. Por el contrario, no llegaba a la paridad en lo que se refiere al número de patronas (41%) o socias no trabajadoras (45%). El 0,1% del total de personas implicadas en la muestra son de género no binario.

Brecha salarial

En el ámbito de salarial, el Balance Social 2020 ha revelado que el estipendio medio para el ejercicio 2019 de las empresas participantes ascendía a 20.424,90 euros en el caso de las mujeres y, en cambio, los hombres cobraban 21.568,22 euros. La brecha del salario medio era de 5,30%. Dicho indicador alcanza el 21.42% dentro de las compañías del mercado tradicional.

En relación a las condiciones laborales y el desarrollo personal de los trabajadores, un 87% de las empresas de la economía social y solidaria (ESS) mejoraba los permisos legales de conciliación; un 79% disponía de espacios de atención emocional y cuidado, y el 60% contaba con un reglamento interno de gestión de relaciones laborales. Por último, en un ámbito de crecimiento profesional, el 98,6% indicaba contemplar medidas para fomentar la formación de sus asalariados.

La facturación media de las organizaciones participantes superaba el 1,1 millón de euros en 2019. 65% de los ingresos procedía de la facturación frente a un 25% de subvenciones. Respecto al reparto de beneficios, el 71% se ha destinado a reservas, compensación de pérdidas o inversiones propias. El 5% a iniciativas para la construcción de bienes comunes y un 0,1% a inversiones de entidades financieras de la economía social y solidaria (ESS).

El sector de actividad más frecuente al que se dedicaban las entidades era la educación (20%), seguido de la salud y los cuidados (14%), la vivienda y gestión del entorno (11%). Mientras que la forma jurídica más habitual era la cooperativa de trabajo asociado (28,1%), seguida de asociaciones (25,8%), y fundaciones (9,6%),

Intercooperación, área de mejora en REAS

La cooperación y compromiso con otras entidades y empresas sociales es una de las bases para la creación de redes que puedan actuar como tractoras para generar cambios y compromisos reales en la sociedad y en el mercado. Este es un apartado a mejorar y en el que REAS RdR se encuentra trabajando. De las compras de las 495 entidades participantes sólo el 7,8% o equivalente a 14,1 millones de euros, se realizaron en el marco del Mercado Social. Y otro 8,7% o 15,8 millones, en entidades no lucrativas. Por el contrario, es reseñable, la implementación de la banca ética y con valores, el 69% de los participantes operan con finanzas éticas.

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Por último, en materia de sostenibilidad ambiental, el 95% aplicaba criterios de consumo responsable en la adquisición de productos; el 48% eran entidades con gestión ambiental y el 52,6% contrataban el servicio de consumo energético a empresas o cooperativas que operan con energía 100% renovable. Asimismo, un 47,7%, disponía de un plan de gestión medioambiental, con una mayoría que aseguraba contar con medidas de ahorro y eficiencia energética (77,7%) o agua (65,2%), o del fomento de la movilidad sostenible (74,3%).

“Necesitamos una renovación económica que no puede seguir guiándose sólo por el lucro y la acumulación sino que ha de incorporar a la práctica de las empresas valores demandados y necesarios socialmente tales como el cuidado, la sostenibilidad y la cooperación”, concluían desde REAS.

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