el DiarioSolidario
Afianzar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en Kenia con este objetivo colaboran Farmamundi y la ONG local Foundation for Health and Social Economic Development Africa (HESED – AFRICA). La iniciativa fortalece la capacidad de resiliencia en salud de 40.000 personas de Eastleigh South (Nairobi) con mejoras en la red urbana de atención primaria en el condado de Kamukunji
“El trabajo de las promotoras de salud sigue siendo clave en la cadena de la salud en Kenia. Quince de nosotras nos encargamos de promocionar el respeto, la efectividad de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las relaciones e identidades de género libres de violencia. También damos a conocer los recursos de atención y protección disponibles para las mujeres supervivientes de violencia sexual y violencia basada en género”, afirma la directora de HESED – AFRICA, Eunice Ngwawe.
Entre otras acciones, en el marco de colaboración se realizan jornadas y diálogos comunitarios de formación. En total, y dentro de este proyecto, se llevaron a cabo 90 encuentros de sensibilización y 15 diálogos comunitarios, en los que participaron más de 4.000 personas – 1.510 hombres-. Los participantes adquirieron conocimientos sobre los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, las relaciones libres de violencia y la difusión de los servicios de protección y asistencia ante casos de violencia basada en género.
Asimismo, el trabajo ha garantizado la asistencia psicosocial, asesoramiento legal y mediación comunitaria y familiar a 1.033 mujeres refugiadas víctimas de violencia de género, realizando 73 visitas a domicilio de personas supervivientes, y sesiones de terapia.
Las ONG han observado que en el marco de la pandemia por Covid-19, la necesidad de colaborar estrechamente con la administración local ante el aumento de los casos de violencia contra la mujer.
Diálogo comunitario y salud
“Los diálogos comunitarios son esenciales para dar a conocer el problema de la violencia contra las mujeres y poder adoptar medidas para cambiar la situación. Los encuentros los realizamos en iglesias, mezquitas, clubes sociales o centros deportivos, en los que han llegado a participar 1.265 personas, de las cuales 367 eran hombres,” Eunice Ngwawe.
Entre las conclusiones recogidas de los encuentros, se encuentran que la pobreza es una de las principales causas de violencia de género; el hacinamiento es un factor que predispone a las personas a ser víctimas de agresión sexual. Del mismo modo, se recoge como prioridad el rescate de mujeres y menores de un ambiente de abuso sexual, y el mantenimiento de los sistemas de referenciación.
La terapia de grupo se identifica como esencial, así como sesiones de terapia individual para fortalecer su capacidad de resiliencia. Del mismo modo se considera fundamental apoyar a las mujeres supervivientes a que identifiquen sus capacidades y habilidades que puedan utilizar para obtener ingresos con el fin de reducir la incidencia de la violencia de género derivada de la falta de medios de vida o económicos.
“Cuanto más se les habla y se les facilita información, más posibilidades hay de que cambien las dinámicas”, continúa Eunice, que destaca la necesaria participación de los hombres para reducir la violencia sexual y de género dentro de la comunidad, así como informar de las medidas de denuncia,”Eunice Ngwawe.
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Por último, los encuentros también han hecho hincapié en la necesidad de continuar la interoperación entre las ONG e instituciones.
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