el DiarioSolidario
La Unión Europea organiza la quinta Conferencia de Bruselas sobre «Apoyo al futuro de Siria y de la región». El lunes 29, renombrado como el Día del Diálogo entre la sociedad civil, los países de acogida de refugiados, la UE y la ONU. La Conferencia Ministerial tendrá lugar el 30 de marzo.
Las Conferencias de Bruselas se han convertido en una oportunidad para reafirmar el apoyo de la comunidad internacional a las Naciones Unidas y a los esfuerzos del Enviado Especial de la ONU en favor de una solución política negociada del conflicto sirio, de acuerdo con la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU. También sirven para movilizar el apoyo financiero necesario para satisfacer las necesidades de los sirios y sus comunidades de acogida, así como para proseguir y profundizar el diálogo con la sociedad civil.
El 15 de marzo se cumplía el décimo aniversario del inicio del conflicto en Siria. La situación en el país sigue deteriorándose. El número de personas necesitadas de ayuda se ha incrementado a más de 13 millones. Frente a los 11 millones en 2020. Asimismo, ha crecido el número de desplazados internos en un 20%. La salud mental de millones de personas se ve afectada sin poder recibir la ayuda necesaria.
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“Las condiciones de vida en los campamentos a lo largo de la frontera turca y en el interior de Siria son terribles, y la gente depende casi por completo de los servicios y la ayuda que prestan las ONG”, afirma la directora general de Médicos del Mundo España, Elena Urdaneta, que ha regresado recientemente de Siria. “El paso de Afrin (Hamame/Olive Branch) proporciona un acceso humanitario esencial a la población siria, por lo que exigimos a la comunidad internacional reunida en esta conferencia que garantice la operatividad de este acceso”, recalca.
Personal sanitario, en el centro de los ataques
Una década de conflicto ha obligado profesionales médicos a abandonar el país. Sólo el 58% de los hospitales y el 53% de los centros de atención primaria funcionan actualmente en Siria. La carencia es palpable de especialistas como matronas. La situación es más preocupante en el noreste y noroeste (NES y NWS) de país.
Entre 2016 y 2019 se confirmaron 494 ataques contra instalaciones o personal de salud. Según la OMS, de todos los conflictos armados en el mundo, Siria ha sido durante años uno de los peores ejemplos de violencia contra la atención sanitaria. “El incumplimiento de la Resolución 2286 de Naciones Unidas y la impunidad de estos crímenes es ya insoportable”, aseguran dese Médicos del Mundo, quienes trabajan en 12 centros sanitarios para asegurar el acceso a la atención primaria, incluyendo salud sexual y reproductiva, salud mental y apoyo psicosocial.
“Y si la situación ya era compleja antes de la pandemia de Covid-19, ahora es dramática. Porque no sólo la ayuda humanitaria encuentra barreras, sino que ocurre lo mismo con la vacuna. Por eso, basándonos en el Derecho Internacional Humanitario, pedimos a las partes en conflicto que garanticen el acceso a la inmunización, sin discriminación. Esto debe incluir al personal sanitario como uno de los grupos prioritarios, puesto que de los 44.000 casos confirmados de Covid-19 en Siria en febrero, el 6% de esta cifra forma parte de este colectivo, uno de los más afectados”, denuncia la ONG.
Menos implicación
En 2020, el Plan de Respuesta Humanitaria de la ONU (incluido el Covid-19) solo recibió el 58% de los fondos solicitados (1.180 millones de euros de los 3.237 demandados). Un descenso respecto a 2019. Y el año 2021 no parece mejor. El acceso a los fondos para apoyar a los asentamientos informales y a la población fuera de los campamentos es muy difícil, ya que, debido a la no ampliación de la Resolución 2504 de la ONU, prácticamente sólo los campamentos del noreste del país reciben fondos.
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