Las Mujeres del Mar de Melanesia, las médicas de los arrecifes

Las Mujeres del Mar de Melanesia

el DiarioSolidario

Las Mujeres del Mar de Melanesia, una ONG sin ánimo de lucro, ha ganado el premio de Campeonas de la Tierra de 2021 en la categoría Inspiración y acción, entregado Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Reconocido como el máximo galardón ambiental de las Naciones Unidas y reconoce a líderes destacados de los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado.

Vestidas con equipos de buceo, las más de 30 miembros del grupo monitorean la salud de los frágiles arrecifes de coral que rodean Melanesia, un conjunto de naciones insulares en el Pacífico Sur. Su objetivo: enseñar a las mujeres locales habilidades de buceo y biología marina para que puedan controlar la salud de los arrecifes de coral, restaurar las áreas marinas protegidas y promover la creación de nuevas zonas de conservación. Además de empoderarlas como líderes sociales y medioambientales en sus comunidades.

La iniciativa de Las Mujeres del Mar de Melanesia, dirigida por la Fundación del Mar de Coral, ha trabajado desde 2018 en las Islas Salomón y Papúa Nueva Guinea para promover la restauración de los arrecifes de coral y apoyar el establecimiento de áreas libres de pesca. Su trabajo ha dado lugar a propuestas para más de 20 nuevas áreas marinas protegidas para garantizar que haya abundante diversidad de peces que sustente a los habitantes en el futuro.

«Recuerdo la primera vez que fui y hablé en un pueblo de pescadores para tratar de sumar a algunas mujeres a nuestro programa», relató Israelah Atua, parte del equipo de las Mujeres del Mar de Melanesia. «Ni siquiera querían escucharnos. Pero los convencimos de que la conservación marina es necesaria para proteger todos nuestros medios de vida», añadió.

Riesgo climático y contaminación

El equipo trabaja en el espacio conocido como el Triángulo de Coral. Un lugar de alrededor de 5,7 millones de kilómetros cuadrados entre la Gran Barrera de Coral y los archipiélagos insulares de Melanesia y el sudeste asiático. Se trata de uno de los principales destinos del mundo para el turismo submarino y el hogar de una importante industria pesquera. Un espacio excepcionalmente amenazado por el aumento de los asentamientos humanos y los niveles de desechos.

El cambio climático, la contaminación y la sobrepesca afectan sobre manera a los arrecifes de coral de todo el mundo. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), desde 2009, casi el 14% de los corales del mundo han desaparecido y muchos de los que quedan están en peligro.

El informe muestra que, a menos que se tomen medidas drásticas para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C, entre 70% y 90% de los corales vivos en los arrecifes podrían desaparecer para 2050.La buena noticia es que los arrecifes de coral son resistentes y pueden recuperarse si se salvaguarda el ecosistema marino.

Empoderamiento y liderazgo

Además de su trabajo medioambiental, Las Mujeres del Mar de Melanesia trabajan las narrativas sobre el papel de una mujer en su comunidad y sus oportunidades de liderazgo.

«Cuando capacitas a una mujer, capacitas a una sociedad», afirma la miembro del equipo y codirectora de este programa, Evangelista Apelis, que tiene su sede en Papúa Nueva Guinea.

«Estamos tratando de educar a las mujeres, hacer que ellas se unan, para que luego puedan regresar y tener un impacto en sus propias familias y en su sociedad también», explicó.

Para Las Mujeres del Mar de Melanesia combinar el conocimiento indígena con la ciencia es fundamental para su compromiso con las comunidades. Aprender de los locales sobre dónde abundan los peces en una determinada época del año. Además de hacer coincidir el cambio de color en los arrecifes de coral con los datos de los levantamientos submarinos o comprender cómo pueden cambiar las mareas en función del cambio climático es importante para demostrar el valor de los arrecifes.

Las mujeres que se suman al proyecto se someten a un riguroso entrenamiento en ciencias marinas, el cual se complementa con capacitación práctica en técnicas de levantamiento de arrecifes y ecología de arrecifes de coral. Luego aprenden a bucear.

«Lo que más me gusta de mi trabajo es poder experimentar la belleza del mundo submarino», dijo Apelis. «Antes de bajar, te imaginas todo tipo de cosas, pero la realidad es aún más fascinante: los peces, las especies en las embarcaciones sumergidas… es como si todo cobrara vida».

Fijar un rumbo nuevo

Cada integrante recibe apoyo a través de una certificación de buceo reconocida internacionalmente y se le enseña cómo usar un sistema de GPS. Así como cámaras submarinas y de video para inspeccionar las poblaciones de peces y corales en los arrecifes del Triángulo de Coral.

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“Ayudar a crear reservas marinas significa no solo ser una líder en su comunidad, sino que también contribuye para fijar un rumbo de cara al futuro. A medida que las presiones demográficas terrestres se suman a las presiones sobre el mar, el programa de reservas marinas es una inversión en el bienestar a largo plazo de las comunidades vulnerables”, líder del equipo en la provincia de Nueva Bretaña Occidental, en Papúa Nueva Guinea, Naomi Longa.

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