Voluntariado en una ONGD, no es lo que hacen, es por qué lo hacen

Coordinadora de ONGD de Castilla-La Mancha

Seguro que alguna vez has escuchado la frase “el 1% de la población con más ingresos gana el doble que el 50% más pobre en el mundo”, una desproporción que refleja claramente el concepto de desigualdad global. Este contraste entre ricos y pobres socava la lucha contra la pobreza y el hambre, daña nuestras economías y fragmenta nuestras sociedades.

Para combatir esta situación de desigualdad global las ONGD de Castilla-La Mancha, formadas por personas que quieren cambiar el mundo, cooperan con otras organizaciones de diversos rincones del mundo y exigen justicia global. La cooperación internacional mejora cada día la vida de muchas personas con rostro y nombre, porque contribuye a mejorar el acceso a la educación, la salud… y, sobre todo a conocer, reivindicar y defender los derechos humanos.

Las ONGD somos organizaciones que trabajamos mano a mano con otras organizaciones de distintos lugares del mundo, porque cooperar significa precisamente eso: operar con, de igual a igual.

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Cada día miles de personas dedican voluntariamente su tiempo y sus habilidades a distintas ONGD de Castilla-La Mancha con las que comparten valores y objetivos. Es gente que decide en que mundo quiere vivir; gente que empieza cambiando su forma de vida para cambiar el mundo; que ayuda a otra gente; que acude a donde haga falta; gente que tiene ideas, que sueña, propone… Son personas que no esperan a que el mundo cambie, sino que actúan para transformar el mundo.

Las personas hacen voluntariado en una ONGD porque quieren transformar el mundo. No es lo que hacen, es por qué lo hacen.

Con motivo del día del voluntariado, nos acercamos a conocer a los y las protagonistas del cambio global. Agradecer su labor y conocer qué mueve a una persona a integrarse a una ONGD de Castilla-La Mancha y dedicar su tiempo y habilidades.

Testimonio de voluntarios

“Soy voluntaria porque me siento parte integral de una organización. En Médicos del Mundo siento que estoy en mi lugar, me siento parte de un equipo para mejorar la vida de otras personas. Tenía la oportunidad de compartir mi experiencia profesional y me ha dado la oportunidad de compartir mi corazón con otras personas. Tengo la suerte de ser voluntaria de Médicos del Mundo”, Mona Eisa Yagoub Mohammed.

“Todos los testimonios de logros, lecciones de vida, batallas ganadas y de superación que van llegando, es uno de los motores de pertenecer a la Fundación. Este verano, nos llegó la noticia de que se había conseguido entregar al hospital las bombas de oxígenos para combatir el Covid y tuve un sentimiento de gratitud inmenso hacia todas aquellas personas que habían compartido conmigo la necesidad de hacer aportaciones para conseguirlo. La Fundación Vicente Ferrer me permite creer que se puede cambiar el mundo y soñar con un mundo mejor”, Beatriz Alcázar.

“Comencé el voluntariado porque buscaba una actividad en la que implicarme y hacer algo útil en mi tiempo libre…han sido muchos momentos de aprendizaje y he podido conocer a gente maravillosa. Personas que trabajan en Médicos del Mundo y personas voluntarias que dedican su conocimiento, su experiencia y su tiempo en ayudar a otras personas. Lo que más me aporta el voluntariado es poder abrir los ojos y salir de mi zona de confort; conocer situaciones y enfrentarme a dilemas, que de otra forma quizás no conocería. Al final, recibes mucho más de lo que das”, María Plaza Pedroche.

“Yo percibo el voluntariado como la forma de ejercer la responsabilidad social que pienso que deberíamos tener como ciudadanía. La suma de nuestras voluntades puede conseguir presionar a los gobiernos para una mayor justicia social, y aunque para ellos debería ser una obligación, para cualquier persona debería ser una responsabilidad exigirla. Médicos del Mundo siempre ha dado protagonismo a las personas voluntarias y su punto fuerte es trabajar por el derecho a la salud, uno de los derechos que yo considero fundamentales”, Mª Antonia García Rubiales.