Los agricultores afectados por la sequía en Afganistán necesitan ayuda urgente en forma de semillas y piensos

Un plan de respuesta de emergencia pretende asistir a 1,4 millones de personas

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el DiarioSolidario

Un nuevo plan de respuesta a la sequía prestará apoyo a 1,4 millones de personas afectadas -entre las más vulnerables en Afganistán-, durante la próxima temporada de invierno y hasta abril del próximo año, anunció la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) coincidiendo con la Conferencia sobre Afganistán que se celebra en Ginebra (27-28 de noviembre).

Alrededor de 10,6 millones de personas –cerca de la mitad de la población rural del país- padece inseguridad alimentaria severa. Esta situación se debe a diversas causas -incluyendo años de inestabilidad persistente-, pero se ha agravado debido a una sequía pertinaz, provocada por la escasa nieve caída el pasado invierno seguida de lluvias que en algunos lugares han sido hasta un 70 por ciento menos de lo normal. Muchas familias han recurrido a medidas de supervivencia desesperadas, como saltarse comidas, vender su ganado o trasladarse a campamentos de desplazados improvisados.

La FAO trabaja con organizaciones asociadas para suministrar a los agricultores vulnerables en 22 de las 34 provincias de Afganistán -en particular los hogares encabezados por mujeres o personas con discapacidad-, semillas de trigo y fertilizantes que necesitan con urgencia a tiempo para la temporada de siembra de invierno, cuando se prevé que lleguen finalmente unas lluvias muy necesarias.

También hay iniciativas para proteger al ganado, que incluyen piensos concentrados, semillas de cultivos forrajeros y servicios de sanidad animal. Los animales son una fuente clave de alimentos y sustento para la mayoría de la población rural afgana. Mantener el ganado sano durante el duro invierno es, por tanto, esencial para la seguridad alimentaria rural, preserva a los animales reproductores y mantiene los medios de vida rurales para los próximos años.

El plan de respuesta a la sequía de la FAO pretende también ayudar a la población a permanecer en sus lugares de origen y reducir los desplazamientos inducidos por la sequía.

Dominique Burgeon, Director de la División de Emergencias y Rehabilitación de la FAO, y Jefe del Programa estratégico sobre resiliencia, acaba de regresar de una misión a Herat, situada en la provincia occidental de Afganistán afectada por la sequía.

“Me encontré con muchas familias que no han tenido otra opción que vender sus bueyes para atender sus necesidades alimentarias más urgentes. Se trata de los animales que utilizan habitualmente para arar sus tierras”, explicó Burgeon.

“Los hogares no podrán recuperarse de esta sequía –añadió- si los agricultores no tienen semillas para plantar cuando lleguen las lluvias, o si se han visto obligados a vender todos sus animales”, advirtió por su parte Rajendra Aryal, Representante de la FAO en Afganistán.

La FAO necesita 30 millones de dólares EEUU para esta respuesta de emergencia, añadió.

“Si bien abordar la situación actual es extremadamente urgente, la FAO trabaja también arduamente en Afganistán para diversificar los medios de vida y mejorar la gestión hídrica a largo plazo. Tenemos que hacer que las comunidades sean resilientes ante la creciente cantidad de amenazas climáticas a las que se enfrenta el país”, recordó Burgeon. “Solo de esta manera –dijo-podemos romper el ciclo de pobreza y hambre y ayudar a traer la paz”.

Grave crisis de los medios de vida

Muchos donantes, incluido el Fondo Humanitario de Afganistán, Bélgica, Francia, Japón, Corea, Suecia, Suiza y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), ya han respondido de forma generosa. La FAO espera que otros muchos lo hagan en las próximas semanas.

Fuente: FAO

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