Una comida escolar para cada alumno

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el DiarioSolidario

«Las comidas escolares son mucho más que un simple plato de comida. Es realmente una oportunidad para transformar las comunidades, mejorar la educación y los sistemas alimentarios a nivel mundial», representante permanente de Finlandia ante las Naciones Unidas, Jukka Salovaara.

School Meals Coalition (Coalición de Comidas Escolares), es una nueva iniciativa que tiene como objetivo dar a cada niño una comida nutritiva para el año 2030 mediante el refuerzo de los programas de salud y nutrición. El grupo está formado por más de 60 países y 55 socios dedicados a restaurar, mejorar y ampliar los programas de comidas y los sistemas alimentarios. Entre sus socios se encuentran las agencias de la ONU: Unicef, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), Nutrición de la ONU, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la UNESCO.

Los programas de comidas escolares son una importante red de seguridad para los niños y sus comunidades. Se observa como uno de los principales medios para que los niños reciban comidas saludables, ayudan a combatir la pobreza y la desnutrición. También sirven como incentivo para que las familias envíen a sus hijos, especialmente a las niñas, a las escuelas, apoyando así sus derechos a la educación, la nutrición y el bienestar.

«Vemos cambios de entre el 9% y el 12% en el aumento de matriculaciones sólo por la presencia de las comidas», afirma la directora de Programas Escolares del PMA, Carmen Burbano.

Desarrollo sostenible e implicación

La coalición potenciará acciones donde ofrecerán oportunidades para prácticas de desarrollo sostenible y transformaciones en los sistemas alimentarios. Una estrategia clave es promover y mantener los programas de comidas escolares de cosecha propia, contratando a los agricultores y mercados locales para que suministren los alimentos. La inversión, especialmente a través del gasto interno, ha demostrado aumentar la cobertura. En los países de bajos ingresos, el número de niños que reciben comidas escolares aumentó en un 36% cuando sus gobiernos se involucración e incrementaron su aportación a estos proyectos.

Un estudio del Programa Mundial de Alimentos (PMA) reveló que a principios de 2020, más de 380 millones de niños en todo el mundo recibían comidas a través de los programas de comidas escolares. El cierre de los centros educativos debido a la pandemia interrumpió la principal comida del día de muchos estudiantes. Aunque se han producido notables mejoras desde la reapertura, con 238 millones de niños que acceden a las comidas escolares, todavía hay 150 millones de menores que no tienen acceso.

School Meals Coalition pretende cerrar esta brecha mediante un sistema de colaboración entre los países miembros y sus socios. Entre sus iniciativas se encuentra un mecanismo de seguimiento y rendición de cuentas que desarrolla el PMA y sus socios. Una herramienta que se utilizará para seguir los logros de la coalición, y una red de intercambio de información entre miembros y socios, encabezada por el gobierno alemán, que empleará los resultados para influir en el desarrollo de sus programas.

Menores más vulnerables

Incluso antes de la pandemia, 73 millones de menores más vulnerables, no podían acceder a estos programas. Llegar a los pequeños que han quedado al margen puede ser un reto, pero es mucho más difícil en los países afectados por conflictos o alteraciones ambientales.

«Para muchos niños y jóvenes de los países afectados por la crisis, una comida en la escuela puede ser el único alimento que ingieren en todo el día y puede ser un importante incentivo para que las familias envíen y mantengan a los niños y niñas en la escuela. También es esencial para que un joven se concentre y aprenda realmente», directora de EWC, Yasmine Sherif.

La coalición planea identificar formas de romper las barreras para que los niños puedan llegar a la escuela o buscar vías de aprendizaje alternativas para llegar a los pequeños que no pueden asistir físicamente a la escuela. Entre estos factores se encuentran la pobreza, la complejidad de la vida familiar o los conflictos, no han hecho más que agravarse en los últimos casi dos años, gracias sobre todo a la pandemia del COVID-19.

«Se trata de una prioridad muy urgente y oportuna», afirma el jefe de la Unidad de Desarrollo Sostenible de la Misión Permanente de Francia ante las Naciones Unidas, Olivier Richard. «Porque las comidas escolares son muy importantes para la recuperación de nuestras sociedades del impacto de la pandemia del COVID-19«.

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