La Amazonía brasileña en llamas: en junio registró la peor cifra de incendios en 14 años

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Deforestración en la Amazonía brasilea | Imagen de Archivo | Felipe Werneck - Ascom/Ibama

el DiarioSolidario

Junio 2021 ha registrado el mayor número de alertas de fuego (puntos calientes que advierten que probablemente habrá un incendio) en la Amazonía desde 2007, según los últimos datos publicados por el Instituto Brasileño de Investigaciones Espaciales (INPE). Los satélites han mostrado 2.308 puntos calientes, un incremento del 3% respecto a junio de 2020, la última vez que se superó el récord histórico.

Una situación que ha coincidido con el anuncio del Gobierno brasileño de que seguirá manteniendo la misma estrategia de años anteriores. “El mismo plan que ha fracasado estrepitosamente en los últimos dos años: una moratoria al fuego y el despliegue de las fuerzas armadas, mediante el decreto de Garantía de Ley y Orden (GLO). Una norma que pretende combatir la tala, deforestación y quema de la Amazonía”, remarcan desde Greenpeace.

Deforestación e invasiones de tierras

Las señales que envía el gobierno alientan una nueva deforestación e invasiones de tierras públicas. Un ejemplo son los proyectos de ley 2633 y 510 que se encuentran en trámite en el Congreso. Su objetivo es flexibilizar los criterios de regularización de títulos de propiedad, otorgar amnistía a los acaparadores de tierras y fomentar nuevas deforestaciones. Las propuestas para abrir las tierras indígenas a actividades depredadoras, como la PL 490, son otro ejemplo más.

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Greenpeace advierte, asimismo, de que el escenario para los próximos meses difícilmente será diferente al que hemos visto en los últimos dos años. En 24 meses se ha sufrido un alto incremento de la superficie afectada por los incendios al comienzo del verano amazónico. Un período con una disminución natural de las precipitaciones en el Amazonas.

En el actual contexto de emergencia climática, la tala y quema de las selvas tropicales y de otros tipos de bosques naturales es la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero de Brasil. Ya se está experimentando un cambio en el patrón de lluvias, otra consecuencia de la deforestación y los incendios.

Estamos viviendo un momento dramático en la Amazonía y sus pueblos indígenas. Estos pueblos están siendo atacados por todos lados, ya sea por los causantes de la deforestación, los acaparadores de tierras, los madereros y mineros que avanzan hacia los bosques o territorios o por medio del Congreso y del Poder Ejecutivo. El Gobierno brasileño no solo no combate estos delitos y daños ambientales, sino que además los incentiva, ya sea por acción u omisión”, ha declarado el responsable de la campaña de Amazonía de Greenpeace Brasil, Rômulo Batista.

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