el DiarioSolidario
“Marketing of breast milk substitutes: national implementation of the international code, status report 2020” revela el uso de información engañosa y la connivencia de los estados en la promoción y venta de sucedáneos de leche materna. Los autores del informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef y la Red Internacional de Acción sobre Alimentos para Bebés (IBFAN), exigen a los estados “una legislación más estricta para proteger a las familias de afirmaciones falsas sobre la seguridad de los sucedáneos de la leche materna o de prácticas de comercialización agresivas”.
La leche materna salva la vida de los niños, ya que proporciona anticuerpos que dan a los bebés un impulso saludable y los protegen contra muchas enfermedades infantiles. Por este motivo, las organizaciones animan a las mujeres a dar el pecho durante la pandemia del Covid-19, incluso si han confirmado la presencia del virus. “Las pruebas actuales indican que es poco probable que la enfermedad se transmita a través de la lactancia materna o la administración de leche materna extraída por una madre con casos confirmados o sospechosos. Los numerosos beneficios de la lactancia materna superan sustancialmente los posibles riesgos de enfermedad asociados al virus. No es más seguro dar leche de fórmula para lactantes”.
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El temor a las transmisiones de Covid-19
«El temor a la transmisión de Covid-19 está eclipsando la importancia de la lactancia materna – y en demasiados países las madres y los bebés están siendo separados al nacer – lo que hace que la lactancia materna y el contacto piel a piel sean difíciles, si no imposibles. Todo ello sobre la base de ninguna prueba. Mientras tanto, la industria de alimentos para bebés está explotando los temores a la infección, promoviendo y distribuyendo leche maternizada gratuita y consejos engañosos, alegando que las donaciones son humanitarias y que son socios dignos de confianza», ha asegurado Patti Rundall, del Consejo Global de IBFAN.
Beneficios de la lactanciaLa OMS y el UNICEF recomiendan que los bebés se alimenten únicamente con leche materna durante los primeros 6 meses, después de lo cual deben seguir amamantándose, así como consumiendo otros alimentos nutritivos y seguros, hasta los 2 años de edad o más. Los bebés que son alimentados exclusivamente con leche materna tienen 14 veces menos probabilidades de morir que los bebés que no son alimentados con leche materna. Sin embargo, hoy en día, sólo el 41% de los lactantes de 0 a 6 meses de edad se alimentan exclusivamente con leche materna, una tasa que los Estados Miembros de la OMS se han comprometido a aumentar al menos al 50% para 2025. La comercialización inadecuada de los sucedáneos de la leche materna sigue socavando los esfuerzos por mejorar las tasas de lactancia materna y la crisis de Covid-19 está intensificando la amenaza. Los servicios de atención de la salud destinados a apoyar a las madres, incluidos el asesoramiento y el apoyo especializado a la lactancia, se ven sometidos a una gran presión como consecuencia de la pandemia. Las medidas de prevención de infecciones, como el distanciamiento físico, dificultan la continuación de los servicios de asesoramiento comunitario y de apoyo a la madre, lo que deja una oportunidad para que la industria de los sucedáneos de la leche materna saque provecho de la crisis y disminuya la confianza en la lactancia. |
Restricciones a medias
De los 194 países analizados en el informe, 136 han establecido algún tipo de medida legal relacionada con el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna y las resoluciones subsiguientes adoptadas por la Asamblea Mundial de la Salud (el Código). La atención que se presta al Código es cada vez mayor, ya que 44 países han fortalecido sus reglamentaciones de comercialización en los dos últimos años.
El Código prohíbe todas las formas de promoción de los sucedáneos de la leche materna, incluida la publicidad, los regalos a los trabajadores de la salud y la distribución de muestras gratuitas. Las etiquetas no pueden hacer afirmaciones nutricionales y de salud o incluir imágenes que idealizan la fórmula infantil. En cambio, las etiquetas deben llevar mensajes sobre la superioridad de la lactancia materna sobre la fórmula y los riesgos de no amamantar.
Sin embargo, las restricciones legales en la mayoría de los países no abarcan plenamente la comercialización que tiene lugar en los establecimientos sanitarios. Sólo 79 países prohíben la promoción de sucedáneos de la leche materna en los establecimientos sanitarios y sólo 51 tienen disposiciones que prohíben la distribución de suministros gratuitos o de bajo costo en el sistema de atención de la salud.
Sólo 19 países han prohibido que los fabricantes de sucedáneos de la leche materna patrocinen reuniones de asociaciones científicas y profesionales de la salud, que incluyen preparados para lactantes, preparados de seguimiento y leches de crecimiento comercializadas para su uso por lactantes y niños de hasta 36 meses de edad.
Profesionales de la salud y promoción
«La agresiva comercialización de los sucedáneos de la leche materna, especialmente a través de profesionales de la salud en los que los padres confían, es un importante obstáculo para mejorar la salud de los recién nacidos y los niños en todo el mundo», ha asegurado el director del departamento de Nutrición e Inocuidad de los Alimentos de la OMS, el Dr. Francesco Branca. «Los sistemas de atención sanitaria deben actuar para aumentar la confianza de los padres en la lactancia materna sin la influencia de la industria, de modo que los niños no pierdan sus beneficios para salvar vidas».
La OMS y el UNICEF han realizado un llamamiento a los gobiernos para que refuercen urgentemente la legislación sobre el Código durante la pandemia. Los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil tampoco deben solicitar ni aceptar donaciones de sustitutos de la leche materna en situaciones de emergencia.
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