el DiarioSolidario
La empresa Maersk Tanker, propietaria del carguero Etienne, que el 4 de agosto rescató a 27 migrantes a la deriva en aguas de Túnez a petición de las autoridades maltesas, ha advertido de que se están quedando sin suministros, y ha pedido ayuda y un desembarco urgente.
Entre los rescatados hay una mujer embarazada y al menos un menor, los cuales han batido «el desafortunado récord» de más tiempo a bordo de un buque comercial.
Maersk Etienne relegado
El Maersk Etienne cumplió con la normativa internacional y la ley del mar. Lejos de ser atendidos con celeridad, las autoridades maltesas, las mismas que lanzaron el aviso de socorro, se han desentendido del mercante.
La ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) se ha unido a la petición de la empresa Maersk y ha recordado “que nadie debería de pasar más tiempo a bordo del necesario para su evacuación”.
Las personas rescatadas son náufragos y, como tal, tienen derechos reconocidos en la legislación internacional.
Ausencia de barcos de rescate
SMH también ha subrayado que esta situación se ha producido por la ausencia de barcos de la flota civil de rescate en la zona. “Nuestro barco, el Aita Mari, así como el Alan Kurdi, el Ocean Viking y el Sea Watch 3 son retenidos con inspecciones arbitrarias en puerto”.
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Desde la organización aseguran que conseguimos traer de vuelta el Aita Mari a Pasaia (Gipuzkoa) y vamos a proceder a modificar algunas partes del buque con el objetivo de alcanzar los estándares de las inspecciones MOU, un estándar del cual el Aita Mari, por sus dimensiones, está exento.
Esta persecución sólo acarrea más gastos a bordo y nos obliga a pasar más tiempo en puerto. De esta manera, Europa evita que haya testigos en las fronteras, donde vulnera los derechos de las personas migrantes de manera sistemática.
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